Durante el estudio, publicado originalmente en la revista Circulation se analizó la salud de más de 1 084 251 mujeres que dieron a luz en Canadá, durante un periodo de 25 años después de dar a luz a niños con problemas cardiacos (entre 1989 y 2013). Los resultados, arrojaron que un 43% de estas madres, tenían el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
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¡Aguas con el estrés!
La investigación que estuvo bajo la dirección de Nathalie Auger, arrojó que por fortuna, más del 85% de los bebés que nacen con enfermedades como insuficiencia cardiaca, problemas ateroscleróticos o incluso requieren algún transplante, sobreviven más allá a la adolescencia.
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Por otro lado, las mamás que tienen hijos con estas deficiencias, atraviesan por momentos de estrés financiero y psicosocial, lo que las lleva a aumentar la probabilidad de sufrir enfermedades cardiacas, en un futuro.
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¿Qué hacer?
Aunque estos estudios apuntan a un tema alarmante, es la oportunidad para que las mamás que están atravesando por una situación similar, empiecen a cuidar más su salud y se acerquen a expertos cardiólogos para prevenir estas enfermedades.
Artículo original de la revista webconsultas.com
