¿Quién en su sano juicio quisiera que su bebé sano sufriera de un daño neurológico o físico por algo que era 100% evitable como sacudirlo? N A D I E. Pero, las redes sociales plantean retos absurdos que a veces ni siquiera los llevan a cabo niños o adolescentes, sino adultos poniendo en riesgo la salud e integridad de sus hijos o de niños ajenos.
El “Síndrome del bebé sacudido o zarandeado” se da cuando un bebé es sacudido enérgicamente por diversión o por reprimenda (que pasa mucho) y la consecuencia es una serie de lesiones cerebrales.
Causa y síntomas del Síndrome del Bebé Sacudido
La cabeza de los bebés representa el 25% de su peso y los músculos del cuello no tienen la fuerza suficiente para sujetarla bien; y en los primeros años de vida, su cerebro está aún en desarrollo y es frágil y vulnerable. El movimiento descontrolado y súbito de la cabeza que provoca una sacudida puede provocar:
-La muerte (Se estima que el 10% de los bebés que sufren un zarandeo grave, muere).
-Secuelas de por vida debido a lesiones de la médula espinal a la altura del cuello.
-Lesiones cerebrales de distinta gravedad debidas al golpeteo del cerebro con las paredes del cráneo.
-Hematomas cerebrales.
-Inflamación o sangrado dentro del cerebro.
-Parálisis cerebral, ceguera, epilepsia o retraso mental.
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Sacudir a un bebé es algo innecesario y de falta del sentido común. También lo es aventarlos al aire, darles marometas o volteretas, azotarlos en la cama, o jalonearlos para que dejen de llorar, ¿suena a locura?, pues las personas lo hacen y por eso me pareció importante remarcar lo peligroso que puede resultar y todo lo que puede salir mal; como golpes, sustos, raspadas, etc., por decir lo menos.
Un bebé no puede defenderse, sacudirlo es una forma de maltrato infantil. En Tik Tok hay videos de testimonios en donde las madres cuentan lo que viven sus bebés con este síndrome, de verdad te rompe el corazón. Yo siempre he reaccionado como una loca cuando alguien (típico del tío, del amigo o de cualquier adulto que piensa que es chistoso sacudir a un niño chiquito), cuando han intentado sacudir a mis hijos, tampoco permito que mis hijos jueguen “brusquedades” o se carguen entre ellos.
Este síndrome es cien por ciento evitable. No lo hagas.
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