No eres sólo mamá, pero ser mamá te cambia para siempre. Este Día de la Madre, más allá de los regalos y las flores, celebremos no solo lo que das, sino también en quién te has convertido desde que iniciaste este viaje.
Hay un miedo silencioso que muchas mamás sentimos cuando estamos por recibir a un nuevo bebé: ¿cómo voy a poder amar a otro hijo con la misma intensidad? Esta es una carta a esa versión de mí que se hacía esa pregunta… y a todas las que hoy la llevan dentro.