De ellos, el 15% de los hombres y 33% de las mujeres no utilizaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual y un número importante de los que sí lo usaron, lo hicieron incorrectamente por descuido o falta de conocimiento.
Además, no se les puede prohibir el ejercicio de la sexualidad a los jóvenes, puesto que desde la gestación y hasta el último día de la existencia humana, la sexualidad se encuentra presente en cada persona, es algo que no se separa en ningún momento y abarca otras dimensiones más allá de los órganos sexuales.
De allí que la importancia de brindar educación sexual, porque la sexualidad ya no debe ser un tabú y de acuerdo con la sexóloga Ana Francomárquez:
“la sexualidad se vive, sí, desde lo físico, pero también tiene un impacto en la psicología de cualquier individuo, así como en el entorno social. Por ello, es esencial vivir una sexualidad segura con prácticas sexuales placenteras y con métodos anticonceptivos adecuados. En la parte psicológica, es importante elegir con quién quiero ejercer mi sexualidad con consciencia, consentimiento, voluntad, libertad y, por supuesto, con el conocimiento de mis derechos sexuales. Todo eso conforma el sexo seguro”
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Algunos beneficios de tener sexo seguro
México ocupa el primer lugar a nivel mundial en embarazos en adolescentes entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Frente a este panorama, es importante conocer algunos de los muchos beneficios de que el sexo en adolescentes se viva de forma segura y responsable:
- Reducir el riesgo de embarazos no deseados.
- Tener una sexualidad más placentera.
- Disminuir el riesgo de adquirir Infecciones de Transmisión Sexual.
- Responsabilizarse de uno mismo, puesto que una decisión consciente, brinda seguridad y confianza.
- Mantener la paz mental, porque los jóvenes no tienen que mentir, esconderse o estresarse al tener conocimientos en torno a su sexualidad, sus derechos y sus responsabilidades.
- Empoderar a los jóvenes. Contar con conocimientos oportuno y confiable brinda las herramientas para que el sexo en adolescentes informado lleve a tomar decisiones respecto del cuerpo, desde lo biológico, psicológico y social.
Qué es la sextorsión en adolescentes y qué hacer al respecto
¿A qué edad «está bien» tener la primera relación sexual?
De acuerdo con la entrevistada Ana Francomárquez, no existe una edad ideal o perfecta para iniciar con la primera relación sexual. Por eso antes de que suceda los padres deberán hablar, sin miedo ni prejuicios de la sexualidad. No obstante, la sexualidad es un tema que a número importante de padres, maestros o tutores les puede generar incomodidad.
Si ese es el caso, se recomienda compartirle a tu adolescente cómo te sientes al hablar de ese tema, pero no evites hablarlo. Además, cuando no se tiene dominio del tema, se genera cierta inseguridad para abordarlo.
En caso de que ello suceda, se recomienda buscar la información juntos (padre e hijos) de la que se quiera saber.
Otros consejos para hablar de sexo con un adolescente son:
- Recordarle que aún cuando haya tomado una decisión acerca de su cuerpo y sexualidad, si no se siente seguro o segura, siempre puede decir que NO.
- Indicarle que la sexualidad también involucra emociones: puedes hablar de ellas, desde tú experiencia como padre, pero haciendo hincapié en que cada persona crea sus vivencias, y él/ella, construirá las suyas.
- Plantear al adolescentes que sentir placer está bien, siempre que se ejerza con convicción y por propia voluntad.
- Platícale que la sexualidad también significa responsabilidad. Refuerza con tu adolescente las palabras consentimiento, respeto y protección.
- Escucha atentamente a tu adolescente: ¿qué necesita?, ¿qué opina?, ¿qué sabe?, ¿cómo se siente? Si lo que quieres es generar una conexión, evita entablar una plática desde el miedo o lo prohibitivo.
Finalmente, la sexólogo indica que:
La autoexploración es la primera forma en que se vive la sexualidad.Conocer el cuerpo y emociones: ¿qué me gusta?, ¿qué no me gusta?, ¿qué me hace sentir? Darle respuesta a estas preguntas permite generar vínculos más sanos partiendo de la individualidad.