¿Desde qué semana se considera un bebé prematuro?
Se considera prematuro a cualquier bebé que nace antes de la semana 37 de gestación. Aunque parece una definición sencilla, dentro de esta categoría hay niveles:
- Prematuro tardío: entre las semanas 34 y 36.
- Prematuro moderado: entre las semanas 32 y 33.
- Muy prematuro: antes de la semana 32.
- Extremadamente prematuro: antes de la semana 28.
Esta clasificación importa porque define el tipo de apoyo que tu bebé puede necesitar.
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¿Por qué ocurre un parto prematuro?
No siempre hay una causa clara. Aun así, existen factores que aumentan el riesgo:
- Embarazos múltiples, como gemelos o trillizos.
- Infecciones, sobre todo urinarias o vaginales.
- Problemas del embarazo, como preeclampsia, placenta previa o ruptura prematura de membranas.
- Condiciones maternas crónicas, como diabetes o hipertensión.
- Antecedentes de parto prematuro.
A veces, el parto se adelanta sin previo aviso. Por eso, cualquier síntoma raro —dolor constante, sangrado o salida de líquido— necesita atención inmediata.
Cuidados básicos cuando tu bebé es prematuro
Un nacimiento adelantado no solo significa un tamaño más pequeño. Significa que varios órganos aún están madurando. Por eso, estos cuidados son clave:
1. Apego piel con piel
El método canguro regula la temperatura, reduce el estrés y fortalece el vínculo. Además, ayuda a estabilizar la respiración y el ritmo cardiaco. Si tu médico lo autoriza, úsalo cada día.
2. Alimentación especial
Muchos bebés prematuros necesitan apoyo para succionar y coordinar la respiración. Aquí, la leche materna es ideal. Si no puedes extraer suficiente, podrás combinar con fórmulas especiales para prematuros, siempre bajo supervisión médica.
3. Control de temperatura
Los prematuros pierden calor con facilidad. En casa, mantén una temperatura estable y evita sobreabrigarlo. Observa su piel: si está muy fría o muy roja, ajusta la ropa o consulta al pediatra.
4. Seguimiento médico frecuente
En las primeras semanas tendrás citas constantes. Es normal. El equipo médico vigila su crecimiento, respiración, alimentación, audición y visión. Este seguimiento ayuda a detectar cualquier desafío a tiempo.
5. Estimulación suave
Acariciarlo, hablarle y respetar sus ciclos de sueño le ayuda a madurar su sistema nervioso. No necesitas juguetes especiales. Tu voz y tu presencia son suficientes.
Un bebé prematuro puede requerir más paciencia, más citas médicas y más cuidado. Aun así, con apoyo y seguimiento, la gran mayoría crece fuerte y saludable. Lo importante es que sepas qué observar y cuándo pedir ayuda.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud (OMS), Centers for Disease Control and Prevention (CDC), March of Dimes.
