Con algunos cambios, puedes ayudar a tu hijo a organizarse mejor y así disfrutar del aprendizaje y cuidar su salud emocional.
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Hábitos de estudio sanos sin caer en el estrés escolar
1. Crea un espacio tranquilo y ordenado
Un lugar que sea cómodo, con buena iluminación y sin distracciones ayuda a que tu hijo se concentre mejor.
No tiene que ser un escritorio perfecto, con que sea un lugar donde pueda estudiar con calma y sin interrupciones, los ambientes bien organizados ayudan la concentración y reducen la ansiedad.
2. Ayúdale a organizar su tiempo sin sobrecargas
Evita que pase muchas horas seguidas frente a libros. Puedes dividir el tiempo de estudio en bloques de 30 a 45 minutos con pequeños descansos, eso ayuda a su aprendizaje y previene agotamiento.
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3. Refuerza su confianza, no solo sus notas
Más importante que sacar buenas calificaciones es que tu hijo tenga un aprendizaje real. Usa frases positivas que sumen a su confianza como: «Lo importante es que entiendas el tema, no que todo salga perfecto» o «estoy orgulloso de tu esfuerzo».
4. Cuida los hábitos fuera del estudio
Dormir bien, comer equilibradamente y tener tiempo para moverse o jugar también son parte del aprendizaje. Crear este tipo de rutinas reduce el estrés y mejora la concentración
5. Enseña a manejar el estrés de forma positiva
Enséñale a respirar profundo, estirarse o dar un pequeño paseo cuando sienta demasiada presión. Recuérdale que equivocarse es parte del proceso y que los errores también enseñan.