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Durante las primeras horas del día, la leche contiene más cortisol, una hormona que estimula la alerta. En cambio, por la noche aumenta la melatonina, que favorece el descanso y ayuda a regular el reloj interno del bebé.
Este fenómeno se llama crononutrición: tu cuerpo le manda a tu bebé señales de día o de noche a través de la leche.
Qué dicen los estudios sobre el sueño del bebé
Varios estudios han encontrado que los bebés que toman leche “descoordinada” (por ejemplo, leche extraída de noche pero ofrecida de día) pueden tener más despertares y un sueño menos profundo.
Un estudio publicado en Frontiers in Nutrition observó que la leche materna nocturna contiene más melatonina y triptófano, ambos relacionados con un mejor descanso. En cambio, la leche diurna tiene más cortisol, ideal para mantener la atención y la energía.


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Cómo puedes aprovecharlo sin complicarte
No necesitas hacer una planeación perfecta ni etiquetar cada biberón. Pero si te interesa ayudar al sueño de tu bebé, puedes probar algunos ajustes sencillos:
- Etiqueta tus botellas con “día” o “noche”.
- Usa la leche nocturna para las tomas antes de dormir y la diurna para la mañana.
- No te obsesiones con los horarios. Lo importante sigue siendo que tu bebé reciba leche materna, sea directa o extraída.
Si tu bebé tiene problemas constantes para dormir, o notas que se muestra muy irritable o desfasado, habla con tu pediatra o con una asesora de lactancia. Podrán ayudarte a ajustar los horarios de extracción o a revisar si hay otro factor afectando el descanso.