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La idea de usar una faja de soporte durante el embarazo es eliminar o disminuir la incomodidad que provoca el exceso de peso en la panza.
Beneficios de usar una faja:
- Da soporte a la zona lumbar y pélvica.
- Ayuda a aliviar el dolor en la espalda que es súper común durante el tercer trimestre.
- Facilita las actividades del día como caminar o estar de pie durante mucho tiempo.
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Los riesgos de usar faja en el embarazo
El usar una faja demasiado ajustada en lugar de traer un beneficio, puede empeorarlo todo. Al tener una presión excesiva en tu panza, el flujo sanguíneo se puede ver afectado y también perjudicar la circulación, además de interferir en el crecimiento del bebé.
Normalmente los doctores no recomiendan el uso de fajas a menos de que exista una necesidad médica especial, ya que también puede debilitar los músculos del abdomen y de la espalda, porque la faja estaría haciendo el trabajo que ellos deberían hacer.


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Y después del parto…
Las fajas posparto son diferentes a las de maternidad y normalmente son mucho más recomendadas por especialistas. Principalmente porque están diseñadas para la recuperación.
¿En qué te ayuda usarlas?
Cuando se realizó una cesárea, ayuda a estabilizar la zona en la que se hizo la incisión y además reduce el dolor. Y en casos como la diastisis de rectos, que es cuando los músculos del abdomen se separan, la faja puede dar un soporte temporal. También ayuda a que las mamás sientan más seguridad y estabilidad los primeros días del parto.
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Entonces, usar faja en el embarazo o en el posparto no es una solución mágica para la recuperación. Puede ser una herramienta que ayude al soporte, pero siempre se tiene que usar con precaución y baja la recomendación de un especialista.