Sentimientos posparto
Probablemente desde que estés en el hospital o al llegar a tu casa, empieces a experimentar “depresión posparto”. Este padecimiento puede involucrar enojo contigo misma por no haber tenido un parto vaginal; hacia tu marido por no entender tus emociones o no saber cómo ayudarte, o a tu médico “por lo que te hizo”. También es posible que sientas culpa porque “algo que no hiciste bien te llevó a tener un nacimiento abdominal”, porque no practicaste suficiente tus ejercicios, no comías lo que debías o porque ganaste mucho peso.
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Aunque la decisión de una cesárea depende de los médicos, la mayoría de las mujeres atraviesan por estos sentimientos de culpa y enojo, los cuales necesitan concientizarse para poder superarlos. Sin embargo, si después de un par de meses te das cuenta que sigues con el mismo coraje o depresión (triste la mayor parte del tiempo), es una sabia decisión buscar ayuda especializada.
Algo más que te puede preocupar es la apariencia de la cicatriz abdominal o como reaccionará tu marido frente a ella. Otro sentimiento común es sentirte desamparada porque durante la cesárea todo lo hicieron por ti.
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Todos estos sentimientos, desde el cansancio hasta el desamparo, son naturales entre las madres que han pasado por una cesárea. Parte del dolor físico y emocional puede ser aliviado hablando con otras mujeres que pueden entenderte y hayan pasado por la misma experiencia.
Algo muy importante que no debes olvidar mientras pasas por este período es que la cesárea es otra forma de nacer y su propósito es darle la bienvenida a un bebé lo más sano posible. Puedes estar orgullosa de ti, de tu pareja y de tu bebé porque han luchado exitosamente contra muchas dificultades. El nacimiento de tu bebé debe ser tomado como un grato acontecimiento, más que como un procedimiento quirúrgico, pues al igual que un parto vaginal, una cesárea marca el comienzo de una nueva vida y una nueva familia.
