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¿Y a qué se refiere el término discapacidad o trastorno del desarrollo intelectual?
Es una condición en la cual se ven afectadas la capacidad para aprender, procesar y evaluar la información para obtener una conclusión lógica, así como de adaptarse, participar e integrarse con el entorno.
El diagnóstico en niños es complejo debido a que cada uno tiene un ritmo propio para desarrollarse y los síntomas pueden confundirse con neurodivergencias como el déficit de atención, pensar que el niño puede estar dentro del espectro del autismo e, incluso, dificultades en la precisión del diagnóstico.
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Se considera que una persona tiene discapacidad intelectual cuando su coeficiente intelectual se encuentra por debajo de 70. Según la gravedad de la condición, se clasifica como leve cuando el coeficiente intelectual oscila entre 50 y 69. Moderada, con un CI de entre 35 y 49. Grave, con un CI entre 20 y 34. Y profunda, con un CI por debajo de 20.
En la discapacidad intelectual grave y profunda, el niño necesita apoyo para realizar todas y cada una de las actividades de la vida diaria, y las dificultades de aprendizaje son severas.
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Cuando la discapacidad intelectual es moderada, tendrán más dificultades en la escuela, en casa y en la comunidad. Podrán desarrollar habilidades de autocuidado, académicas y lograr cierta independencia con supervisión y asistencia en algunos aspectos de la vida diaria.
Un niño con discapacidad intelectual leve puede lograr desenvolverse en la vida diaria con autonomía, aprender habilidades académicas prácticas y tener buenas habilidades sociales. Serán más lentos para aprender nuevas habilidades y destrezas, e incluso puede que otras personas no se den cuenta de que tienen discapacidad intelectual. Podrán rendir bien en la escuela con ayuda individualizada y contribuir a la sociedad de forma significativa.
¿Y qué se debe hacer?
Lo primero es entender que en estos casos es importante comprender la teoría de Howard Gardner, que nos habla de las inteligencias múltiples, para planificar para el futuro y poder reconocer cuáles son los talentos y potencialidades de estos niños, para enfocarse en ellos con el fin de que logren tener una productividad y la mayor independencia posible.
¿Cuáles son las señales de alarma o focos rojos que nos indican que un niño puede tener discapacidad intelectual?
- Dificultades en el desarrollo motor y físico.
- Retraso importante en el desarrollo del lenguaje.
- Dificultades para el seguimiento de instrucciones, resolución de problemas y para la toma de decisiones.
- Dificultades para aprender, retener información y adaptarse a nuevas situaciones.
- Dificultades en la comprensión de conceptos abstractos.
- Dificultades para comprender reglas sociales y las consecuencias de sus acciones.
El diagnóstico debe ser realizado por profesionales capacitados. Las intervenciones terapéuticas estimulan el aprendizaje y progreso intelectual. Además, fomentan el desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y adaptativas, incrementan la autonomía, brindan apoyo para el manejo de comportamientos desafiantes y ayudan a reducir el estrés en la familia.