Te interesa: Errores que haces y no dejan dormir a tu bebé
Pero, ¿y si les digo que el colecho, cuando se hace bien, puede ser una experiencia hermosa, segura y llena de beneficios para toda la familia?
¿Cómo se hace bien el colecho?
Cuando hablo de colecho, me refiero a “bed-sharing” (compartir la misma cama) o “room-sharing” (compartir habitación, pero en superficies separadas). La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés duerman en la misma habitación de los padres —pero en una superficie separada— durante los primeros 6 a 12 meses, ya que esto reduce hasta en un 50% el riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL o SIDS, por sus siglas en inglés).
Lee también: Por esta razón estamos obsesionados con el olor a bebé
Reglas de oro hacer colecho seguro (establecidas por la OMS):
- Superficie firme y plana: colchón firme, sin hundimientos.
- Nada extra en la cama: sin almohadas sueltas, peluches, cobijas pesadas o protectores.
- Bebé boca arriba siempre.
- Que la cama no tenga espacios donde el bebé pueda quedar atrapado (entre colchón y pared, por ejemplo).
- Control de temperatura: ni mucho calor, ni frío extremo. Recuerda que la sobrecalefacción es un factor de riesgo.
- Considera usar una cuna colecho o un moisés que se ancle a la cama. Esto facilita la proximidad sin comprometer la seguridad.
Colechar es para ti si…
- Estás lactando materna exclusiva o predominante.
- Si el bebé muestra señales de ansiedad o dificultad para dormir solo.
- Tu bebé es sano, nacido a término y sin problemas respiratorios.
- Ambos padres deben estar de acuerdo y descansados (sí, el cansancio extremo también es un riesgo).
- Si la familia busca fortalecer el apego y la cercanía física.
Evita colechar si…
- Alguno de los padres fuma (aunque sea fuera de casa).
- Se consumen medicamentos sedantes, alcohol, drogas o cualquier sustancia que altere la conciencia.
- El bebé nació prematuro o tiene bajo peso al nacer.
- El bebé duerme en un sofá, sillón o superficie blanda.
- Hay otros niños o mascotas que puedan interferir con el sueño seguro del bebé.
Entonces, ¿en mi cuarto, en su cuna, en mi cama o en el suyo?
No hay respuestas correctas, lo que funciona para una familia no necesariamente funciona para la otra. El colecho, cuando se hace bien, puede ser una etapa increíble y funcional. Y también es válido que en algún momento quieras transicionar al cuarto propio. Cada familia encuentra su propio ritmo. Todos tienen que estar listos para este cambio.

Shhh… La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir


Como decimos en A la Camita: el sueño infantil no es un examen que se pasa o reprueba. Es un proceso de maduración y adaptación que debe ser seguro, amoroso y funcional para todos en casa.
Si sientes que el colecho funciona para tu bebé y para ti, sigue adelante con información y tranquilidad. Y si en algún momento necesitas ayuda para hacer la transición, ahí sí, busca acompañamiento respetuoso (que de eso sabemos bastante en A la Camita).
No es una competencia entre apego e independencia, sigue tus valores de ciranza, sé consistente y disfruta mucho a tu bebé solo te presente que la seguridad no es negociable.