5 reflexiones de Lilo & Stitch (Live Action) para toda la familia
1. Ohana significa familia… y familia significa estar juntos, pase lo que pase
Puede sonar cursi, pero es una frase que se te queda grabada. En momentos donde todo parece desmoronarse, Lilo y Nani nos muestran que lo más fuerte no es la sangre, sino el amor que se elige cada día.
2. Ser diferente no es algo malo
Lilo no es como las otras niñas. Stitch definitivamente no es un perrito normal. Y eso está bien. La película es una especie de homenaje a lo diferente, lo raro, lo auténtico… algo que mamás (y niños) necesitan escuchar más seguido.
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3. A veces, la familia se forma con quien menos esperas
Stitch llega como un caos total… y termina siendo parte esencial de la vida de Lilo. Nos recuerda que muchas veces, los lazos más reales se crean donde menos lo imaginamos.
4. La resiliencia infantil es poderosísima
Lilo ha perdido a sus padres. Nani se convierte en mamá sin quererlo. Pero ambas luchan, se equivocan, lloran… y siguen adelante. Y esa es la fuerza que tienen los niños para adaptarse, amar y seguir adelante.

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5. Amar también es dejar ir (cuando toca)
Sin spoilers, pero sí: en algún momento, hay que soltar. Y eso también es amor. Enseñar a nuestros hijos que hay vínculos que cambian, que duelen y que, aun así, valen la pena… es una de las lecciones más duras y más bonitas de la historia.