A veces, como mamá o papá, quieres que tu hijo haga lo que a ti te hubiera gustado hacer. Pero recuerda: esto no se trata de cumplir tus sueños pendientes. Se trata de apoyar a tu hijo para que descubra lo que realmente le apasiona. Y velo como lo que es: una oportunidad para desarrollar habilidades sociales, cognitivas y emocionales.
El mejor momento para empezar actividades extracurriculares
No hay prisa: primero observa
Antes de correr a pagar la inscripción al ballet, al fut o a natación, detente un momento. Lo primero es conocer sus intereses, su nivel de energía y su etapa de desarrollo.
Según la American Academy of Pediatrics, los niños menores de 5 años aprenden mejor a través del juego libre y no estructurado. A esta edad, lo ideal es que exploren el mundo a su ritmo, sin presión. Esto no significa que no puedan ir a clases de estimulación o música, pero deben ser espacios donde jugar y divertirse estén por encima del rendimiento.
A partir de los 6 años, todo cambia
Cuando tu hijo entra a primaria, su capacidad de concentración mejora. También puede seguir instrucciones más complejas y empieza a mostrar intereses más claros. Este es un buen momento para explorar actividades extracurriculares más estructuradas, como natación, arte, danza o algún deporte en equipo.
Eso sí, evita saturarlo. La Child Mind Institute recomienda que las actividades después del colegio no ocupen más de una o dos horas al día, y que al menos uno o dos días a la semana estén libres para descansar o jugar.

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Señales de que ya está listo
- Te pide ir a clases de algo específico.
- Muestra mucha energía y necesita más espacios para canalizarla.
- Ya maneja bien rutinas escolares y no se frustra fácilmente con nuevas reglas.
- Tiene tiempo libre después de hacer tarea, jugar y descansar.
Si ves estas señales, puedes probar con una clase a la semana. No necesitas llenar la agenda desde el inicio.
No todas las actividades son iguales
3 a 5 años: clases de música, juego libre en grupo, natación con papás.
6 a 9 años: fútbol, pintura, baile, artes marciales, teatro.
10 años en adelante: deportes en equipo, robótica, clases de instrumento, clubes escolares.
Lo más importante es que tu hijo disfrute. Si se queja todo el camino o está muy cansado, quizá es momento de hacer una pausa o cambiar de actividad.
Fuentes: