¿Qué es la diástasis abdominal?
La diástasis abdominal es la separación de los músculos rectos del abdomen (los que forman la conocida «tableta de chocolate») debido al estiramiento del tejido conectivo llamado línea alba. Esto sucede de forma natural en el embarazo a medida que el útero crece y empuja hacia adelante.
Es importante saber que hay dos tipos de Diastasis:
- Diástasis “normal” que se genera a final del tercer trimestre del embarazo con una separación menor a 2 cm que normalmente se cierra pasando los 3 meses post parto.
- Diástasis patológica, mayor de 2 cm de separación y genera molestias funcionales y estéticas.
Factores que pueden afectar la diástasis abdominal
- Calidad del tejido conectivo de la mamá (genética)
- Alimentación
- Tamaño de la barriga al terminar el embarazo
- Capacidad de gestión de presiones de la mamá
- Capacidad de adaptación del cuerpo a los cambios biomecánicos
¿Qué problemas puede causar?
Cuando la separación es muy amplia o el tejido no recupera su firmeza, puede provocar:
- Abdomen abultado o flácido, incluso meses después del parto. ( se hace una pirámide en el centro al realizar una abdominal)
- Dolor lumbar o pélvico
- Mala postura
- Dificultad para activar correctamente los músculos abdominales
- En algunos casos, puede asociarse con hernias
¿Cómo cuidarla y prevenir complicaciones durante el embarazo?
Aunque no siempre se puede evitar completamente, hay muchas formas de prevenir que se agrave y de cuidar tu abdomen durante el embarazo:
1. Evita ejercicios que aumenten la presión abdominal
Evita abdominales tradicionales, planchas y levantamiento de peso excesivo. Estos pueden aumentar la presión interna y forzar más la línea alba.

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2. Fortalece el core de manera segura
El core no es solo el abdomen: incluye la musculatura profunda del abdomen como el transverso abdominal, los músculos multífidos en la columna vertebral, el suelo pélvico y el diafragma. Actividades como ejercicios de respiración para activar la faja abdominal y ayudar a manejar la presión interna del abdomen, ejercicios tipo Kegel para el suelo pélvico y postura ayudan a fortalecerlo.
3. Cuida tu postura
Mantener una buena postura al estar de pie, sentada o al cargar peso (por ejemplo, a tu otro hijo si ya eres mamá), ayuda a reducir la presión sobre el abdomen.
4. Alimentación
Llevar una buena alimentación ayuda a que el cuerpo absorba los nutrientes que necesita, sobre todo consumir colágeno para tener buena calidad de tejido conectivo en la línea alba.
5. Consultar con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico
Un fisioterapeuta puede ayudarte a conocer tu cuerpo, hacer una evaluación y darte ejercicios personalizados para prevenir o tratar la diástasis.
¿Y después del parto?
La recuperación en el postparto es esencial y muchas veces las mamás por falta de tiempo no hacen los ejercicios adecuados. Hay que seguir con los cuidados que se hacían en el embarazo por lo menos los primeros 3 meses de postparto, además de empezar con ejercicios de recuperación postparto. Seguir con las respiraciones que se hacían durante el embarazo y comenzar con ejercicios tipo hipopresivos para desinflamar el abdomen y recuperar el tejido conectivo. No te presiones por “volver a tu cuerpo anterior”: tu cuerpo hizo algo increíble y merece tiempo, amor y acompañamiento para recuperarse.