Si tu hijo está en la etapa de aventar todo lo que se le atraviesa o tiene en la mano, tranquilo: es completamente normal. Aunque puede ser desesperante ver cómo sale volando la comida, los juguetes o hasta tu celular, esto tiene mucho que ver con su desarrollo y no con desobediencia o “mal comportamiento”. Te contamos por qué tu bebé tira todo lo que se le atraviesa.
¿Por qué tu bebé tira todo lo que se le atraviesa?
A partir de los 12 o 18 meses, los niños empiezan a descubrir que pueden influir en lo que los rodea. Tiran una cosa y ven qué pasa: ¿Hace ruido? ¿Se rompe? ¿Mamá o papá reaccionan? Están explorando, probando límites y también, muchas veces, buscando atención.
Las razones más comunes por las que un niño tira cosas son:
- Está explorando el mundo. Cada objeto que tira le da nueva información: cómo suena, cómo se ve al caer, qué efecto tiene en los demás.
- Está expresando emociones. A esa edad, todavía no sabe cómo decir “estoy enojado” o “estoy frustrado”, así que lo expresa con acciones.
- Quiere atención. Si cada vez que tira algo tú reaccionas, él aprende que esa es una forma efectiva de que los voltees a ver.
- Es divertido. A veces lo hace solo porque le causa gracia. Punto.
¿Hasta qué edad es normal que lo haga?
Esto aparece alrededor de los 12 y 18 meses y puede durar hasta los 3 o incluso 4 años, dependiendo del niño. Con el tiempo, a medida que desarrolla el lenguaje, la autorregulación emocional y la coordinación motriz, irá dejando de lanzar cosas como forma de comunicación o juego.
Lo importante es guiarlo con constancia y paciencia, no esperar que «madure solo» ni reaccionar con enojo o gritos, ya que eso puede reforzar la conducta.
¿Qué hacer cuando tu hijo empieza a tirar cosas?
- Mantén la calma. Aunque estés harto de recoger, tu reacción marca la pauta. Si gritas, ríes o haces un escándalo, él entiende que lanzar provoca algo… y eso lo incentiva.
- Sé claro y constante. Usa frases simples como: “No lanzamos comida. La comida es para comer”. Evita los discursos largos.
- Ofrece una alternativa. Si tiene ganas de lanzar, dale una pelota suave, un cojín o un objeto que pueda aventar sin problema.
- Nombra sus emociones. Ayúdalo a entender lo que siente: “Parece que estás enojado porque no puedes ver la tablet”. Validar sus emociones no significa permitir que lance, pero sí le enseña a expresarse.
- Refuerza lo positivo. Cuando no lanza, cuando entrega un objeto en lugar de aventarlo o cuando usa palabras, felicítalo. Eso le enseña qué comportamientos sí funcionan.
¿Cuándo deberías preocuparte?
Si tu hijo lo hace con agresividad, si se lastima a sí mismo o a otros, o si no parece responder a los límites y explicaciones, puede ser buena idea consultar con un pediatra o especialista en desarrollo. No se trata de alarmarse, sino de acompañarlo con más herramientas si las que tienes ya no alcanzan.

Shhh… La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir

