Los picky eaters son niños con un patrón alimenticio selectivo. De hecho, Las estadísticas indican que entre un 5-50% de los niños experimentará esta situación, con un pico de prevalencia del 27-50% entre los 12 y 36 meses.
Dentro de los niños neurotípicos, un tercio presentará algún problema alimenticio en algún punto de su vida. Por lo que este porcentaje aumenta al 80% en niños con comorbilidades o neurodivergencias, de los cuales el 68-100% tienen sensibilidades sensoriales.
Características del Picky Eating
Baja ingesta de alimentos:
- Come porciones pequeñas.
- Requiere persuasión para comer.
- Tiene bajo apetito.
Limitación en la variedad de alimentos:
- Neofobia: rechazo a probar nuevos alimentos.
- Eliminación de grupos alimenticios: frutas, verduras, cereales, grasas, proteínas.
- Preferencia por preparaciones específicas (marca, lugar, espacio).
Consecuencias del Picky Eating prolongado
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- Baja ingesta de alimentos: Puede generar malnutrición, bajo peso y talla.
- Limitación en variedad: Riesgo de deficiencias de micronutrientes.
- Incluso niños con peso y talla normales pueden presentar problemas nutricionales debido a una dieta desequilibrada.
Importante: No asumir que el problema desaparecerá con el crecimiento. Es fundamental una evaluación precisa por profesionales de la salud.
Prevención
- Evaluación nutricional precisa: Peso, Talla, PC, TBF, Peso/Talla.
- Análisis de vitaminas D y Ferritina.
- Evaluación de hábitos alimenticios y dinámica familiar.
- Identificación de dificultades mayores:
- Cuando la alimentación se ve afectada por alteraciones en los siguientes dominios:
- Médico: Enfermedades digestivas, neurológicas o respiratorias.
- Nutricional: Bajo peso, talla baja, deficiencia de nutrientes.
- Habilidades de alimentación: Dificultades sensoriales, motoras u orales.
- Psicoemocional: Estrés o ansiedad en cuidadores, alimentación forzada.
Cuando un niño tiene estas dificultades, no es picky eater, sino que requiere atención profesional especializada.
Cómo evitarlo
Prevención desde el embarazo:
- Buen estado nutricional materno.
- Promoción de lactancia materna.
- Introducción progresiva y variada de alimentos.
Atención temprana:
- Evaluación integral: Pediátrica, nutricional, sensorial, de alimentación y lenguaje.
- Terapias de alimentación y apoyo emocional.
Cuidado cariñoso y sensible:
- Enfoque respetuoso sin etiquetas ni estigmatización.
- Creación de un plan de trabajo en equipo para cada caso.
El picky eating puede ser transitorio, pero si persiste o se asocia con dificultades médicas o nutricionales, requiere atención especializada. Una evaluación oportuna puede prevenir complicaciones futuras y garantizar un adecuado desarrollo infantil.
