Los estudios de audición en niños son clave para detectar problemas de salud auditiva a tiempo. El primero debe hacerse al nacer, con el tamiz auditivo neonatal. La OMS recomienda realizarlo antes del primer mes de vida, ya que 2 a 3 de cada 1,000 niños nacen con pérdida auditiva severa o profunda, incluso sin antecedentes familiares.
Además, es importante repetir la prueba al iniciar primaria, ya que algunos problemas auditivos aparecen después. La otitis media serosa, frecuente alrededor de los 7 años, puede afectar la audición y el aprendizaje.
Si un niño tiene retraso en el lenguaje, dificultades de atención o bajo rendimiento escolar, se debe evaluar su audición, aunque no aparente problemas. Algunas pérdidas son difíciles de notar sin un estudio preciso.
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No hay que esperar ante la duda. Algunas pérdidas auditivas pueden tratarse mejor si se detectan en las primeras 48 horas. La salud auditiva en niños impacta su desarrollo, por lo que actuar a tiempo es clave.
Señales de alerta de la salud auditiva
- Retraso en el desarrollo del habla: Si el niño presenta un retraso en el desarrollo del habla en comparación con otros niños de su edad.
- Dificultad para seguir instrucciones: Especialmente en entornos ruidosos o cuando no está mirando directamente a la persona que habla.
- Falta de respuesta a sonidos: La falta de reacción a sonidos fuertes o inesperados que normalmente atraerían la atención de un niño puede indicar problemas de audición.
- Volumen de la televisión: Si el niño tiende a aumentar el volumen de la televisión o la música a niveles más altos de lo normal, podría ser un indicativo de dificultades auditivas.
- Aislamiento social o dificultades en la escuela: Problemas de audición pueden llevar a distracción en clase o a menor rendimiento escolar.
- Habla inusual o dificultades en la pronunciación: Si un niño presenta dificultades para pronunciar ciertos sonidos o si su habla es inusual en comparación con otros niños de la misma edad puede tener problemas auditivos.
- Falta de interés en juegos auditivos: algunos niños con pérdida de audición pueden mostrar una falta de interés en juegos que involucran sonidos, como juegos de imitación o actividades que requieren escuchar y seguir instrucciones auditivas.
- Quejas frecuentes de dolor de oído: los problemas de audición pueden estar asociados con infecciones del oído. Si un niño se queja frecuentemente de dolor de oído, podría ser una señal de problemas auditivos.
- Aparición de problemas escolares o en preescolar, cuando antes no los había; eso puede ser una señal de que un niño está perdiendo audición.
- Signos de frustración. Niños que no escuchan bien pueden exhibir llanto o berrinches frecuentes, agresividad o comportamiento disruptivo, y a veces baja autoestima o desconfianza en sí mismos.
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Crédito: CORTESÍA
Si se ves una o varias de estas señales en un niño, es importante buscar la evaluación de un profesional de la salud auditiva para determinar su causa y tomar las medidas adecuadas para evitar que escale.
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