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La pérdida de un embarazo o de un bebé nunca será algo sencillo de llevar y menos de superar, incluso es de los duelos más duros que puede pasar una mujer y, en general, una familia.Y como es un tema que, en pleno 2024 se sigue viviendo en mucha soledad, las personas que han pasado por una pérdida han creado muchos tipos de movimientos para «acompañarse» y vivir el duelo de una manera más empática y así es como surge la calabaza blanca en Halloween.
Qué significa poner una calabaza blanca en Halloween
La calabaza blanca es un símbolo reconocido entre personas que han vivido la pérdida de bebés y embarazos y en Estados Unidos se pone como «decoración» en memoria de un bebé o bebés que «se fueron demasiado pronto».
Incluso, hay familias que escriben algunas frases divertidas o que podrían definir la vida del bebé que no nació.
Y es que no olvidemos que en octubre se unen muchas personas para honrar el Día internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales y también es cuando más se busca la concientización sobre la pérdida de bebés y embarazos.
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Así que, desde octubre y hasta Halloween, se exhiben las calabazas blancas para representar la parte faltante de cada corazón y cada familia. Es una forma de visibilizar que muchas familias pasan por esto y NO lo cuentan.
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Además, existe la Organización We Miscarried, que te invita a reconocer esa parte de la vida que causa mucho dolor a cada mujer y a la familia.
La calabaza blanca busca representar lo que refleja ese color, que es la pureza y la inocencia. Además, el blanco también es símbolo de renacimiento
Por ejemplo, para la Iglesia Católica Romana, el blanco NO representa el fin de la vida, sino el renacimiento de la nueva vida de una persona.
El poema de la calabaza
El movimiento de las calabazas blancas también tuvo sus inicios con Jennifer Giles, una mujer que vivió la pérdida de su bebé cuando tenía 38 semanas.
Ella creó este poema que ha tocado el corazón de muchas mujeres.
Esta es la historia
De una calabaza blanca
¿Cuál es su lugar en esta noche de otoño?
En medio de todo el naranja y los colores del otoño
Parece fuera de lugar; no pertenece en absoluto
Pero, oh, qué lugar, y oh, qué historia
Verás, en su rostro yace la imagen de la gloria
De bebés tan pequeños, tan increíblemente diminutos
Perfectos en su propósito, sus almas brillando intensamente
No menos que un bebé, un niño igual
Como alguien que fue sostenido y llamado por su nombre
¿Mi bebé era un él?
¿O era ella una ella?
¿En qué se habría convertido mi hijo cuando creciera? Sin embargo, más grande que las preguntas y los qué pasaría si y los por qué
Es el consuelo que sienten cuando miran al cielo
Porque su esperanza es la verdad a la que se aferran con tanta fuerza
«Sabré todas las respuestas, entenderé todo
el día que Dios me devuelva a mi hijo»
Esta calabaza es dulces niños y niñas
Que nunca abrieron los ojos a este mundo
Nunca lloraron, nunca temieron
Protegidos del dolor
Conmovidos por su inocencia
Nunca somos los mismos
Vidas perfectas y puras
Todas las cosas hermosas y dulces
Y las honramos aquí
Hasta que nos encontremos en el cielo
Esta calabaza es todos los dulces pequeños
Cuyas vidas, aunque cortas, estuvieron cubiertas de amor
En besos y abrazos, meciéndose y jugando
Sus padres no sabían que no se quedarían
Pero el tiempo que tuvieron nunca lo cambiarían
Incluso si pudieran salvarse del dolor
Sus cunas pueden estar vacías, pero la promesa permanece
Un día volverán a sostener a sus bebés
Esta calabaza es para todos estos dulces Amigos ángeles
Cuyos padres saben que este no es el final
Y cómo están
Esta noche en el cielo
Es mejor que cualquier cosa que pudiéramos imaginar
Aunque extrañamos a nuestros hijos
Y todavía estamos de este lado
Nuestros corazones seguirán henchidos de orgullo
Por las cosas especiales, maravillosas, fuera de lugar
Como esta calabaza blanca y la alegría que trae
Un recordatorio de que nuestros hijos están más que vivos
Son perfectos, todas las cosas están bien hechas
Padres ángeles, sé que todavía hay lágrimas por derramar
Pero espero que esta calabaza traiga paz en su lugar
A nuestros bebés se les prometió la eternidad en el cielo
Y ese es el mejor regalo que podríamos recibir
