¿La mujer está obligada a ser una mamá perfecta?
Toda mujer que materna sufre constantemente presiones sociales que afectan su salud mental: ¡una mamá todo lo puede! ¡para una mamá nada es imposible! ¡una mamá sabe cocinar perfectamente! ¡una mamá se sacrifica por sus hijos! ¡mamá siempre está bonita y tiene su casa impecable! ¡una mamá antepone a sus hijos frente a todo y todos!
La realidad es que existe una gran diversidad de experiencias maternas que son únicas y es necesario respetar las circunstancias del ejercicio de la crianza de cada mujer. Lo primero que deberás hacer es saber que antes de ser mamá eres un ser humano que está ejerciendo una maternidad de acuerdo a tus situaciones muy particulares. ¡Tienes todo el derecho a no complacer con tu maternidad a nadie mas que a ti misma!
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Al respecto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha abordado el impacto de las normas sociales sobre la maternidad en su estudio: «Mujeres y Hombres en México: Estadísticas de la Maternidad».
Este informe muestra que las mujeres que no se ajustan a los ideales tradicionales, ya sea por decisión personal o por necesidad, a menudo enfrentan críticas y presión social.
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El estrés por no cumplir con los roles de una mamá tradicional afecta negativamente el bienestar emocional de cualquier mujer.
No pienses que debes convertirte en una mamá perfecta, eso no existe, pero si tienes estos sentimientos y pensamientos sobre cómo ejerces tu maternidad, busca ayuda:
- Incapacidad
- Torpeza
- Incompetencia
- Cansancio extremo
- Fastidio
- Melancolía
- Enojo
- Depresión
- Vacío
- Abrume por las expectativas
En ese sentido, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) publicó un Informe sobre la “Salud Mental de las Mujeres en Estados Unidos”, el cual revela que las mujeres que no cumplen los ideales de maternidad, experimentan niveles elevados de ansiedad y depresión.
El HHS subraya la necesidad urgente de proporcionar recursos y apoyo adecuados a fin de ayudar a las mujeres a gestionar estas presiones y mejorar su bienestar general. ¡Ninguna mujer tiene que pensar que debe ser una mamá tradicional, tiene que ser la mamá que sus hijos necesitan.
4 formas de reducir tu estrés por ejercer una maternidad no tradicional
Si eres una mujer que desafía los ideales clásicos de la maternidad, sigue estos pasos para mantener en paz tu mente:
Ten claras tus prioridades.
Recuerda que nadie sabe por qué ejerces tu maternidad de la manera en que lo haces, así que aprende a relajarte y suelta lo que no puedes o quieres resolver en este momento.
Por lo general, la mujer quiere hacer todo y al mismo tiempo: comida, tarea con los hijos, tener una junta y pintarse el cabello. No lo hagas, busca tus prioridades y ponte horarios y días específicos para hacer lo que realmente te interesa.
Pide ayuda o cuando te la ofrezcan ¡acéptala!
Ser una mamá perfecta según la sociedad NO tiene que ver con cuánta ayuda pides. Existen muchas personas que pueden ayudarte a equilibrar el trabajo con tus hijos, o poner en balance tu vida individual y familiar, o tu momento académico junto con la crianza de tus hijos. Involucra al papá, abuelos, tíos o hermanas en tu crianza: todos los lunes y jueves papá cocina, un fin de semana los críos se van con los abuelos, hoy compramos una pizza con los tíos o el domingo todos estaremos en pijama.
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Delega sin miedo
En tu trabajo comienza a delegar responsabilidades, si te es posible ten un asistente por horas, días o cuando se vengan las fechas de carga de trabajo. En casa, también delega: cada quien lava su plano, tiende su cama y acomoda su ropa limpia o coloca su ropa sucia en la lavadora. Recuerda que no tienes que hacer todo por todos, enseña a tus hijos responsabilidades de acuerdo con su edad y madurez.
Cuídate a ti misma.
Una mamá tradicional ponía primero todo lo demás antes que a ella. Para que te sientas bien es necesario que duermas lo que tu cuerpo te pide, haz ejercicio diariamente (comienza con 15 minutos al día y ve subiendo hasta llegar a una hora) y busca y goza de momentos exclusivamente para ti.
Ten una vida social individual, sin hijos ni pareja.
Busca un hobby o pasatiempo fuera de casa y de tu trabajo: ¡caminar! ¡tomar un curso! ¡aprender a respirar de manera consciente! ¡ver tus series favoritas! No olvides comer bien y de vez en cuando darte un gustito culposo.
Está de más decirte que en la maternidad y en la vida, cuando comiences a escuchar las críticas respecto a cómo decides críar, no hagas caso, no importa si es tu familia o un amigo cercano.
Ten oídos sordos cuando te comiencen a juzgar y pide amablemente que no te digan nada. En caso de que sigan los señalamientos, pon límites claros y firmes; y si te sientes ansiosa o muy estresada pide ayuda profesional.
Bibliografía recomendada
Calma para mamá
Autor: Denise Marek
Sin miedo, mamá
Autor: Madi I B
Mamá presente no perfecta
Autor: Ana Giraldo