Incluso, las deficiencias visuales en los niños pueden afectar gravemente a los resultados educativos y contribuir a una baja autoestima.¿Es común los problemas de visión en los menores de edad?
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¿Cómo saber si tu hijo necesita lentes para la escuela?
Se estima que a nivel global 450 millones de niños padecen alguna deficiencia en la agudeza visual que aún no ha sido tratada mientras que 90 millones viven con algún grado de pérdida de la visión, de acuerdo con el estudio “Salud ocular infantil y educación” de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera.
Al respecto, el oftalmólogo Eduardo Zaragoza, precisa que “es importante considerar que en ocasiones los niños no pueden reportar correctamente las anomalías de la vista”.
Por ello, es importante observar cómo se comportan en casa y en la escuela. Hay que estar atentos si:
- Los menores de edad se acercan demasiado a las pantallas digitales.
- Tras ver las pantallas o el pizarrón tienen los ojos se tornan rojos, con comezón o comienzan a parpadear mucho.
- Presentan dolor de la cabeza ante periodos de lectura.
- Se cubren un ojo para ver mejor.
- Escriben con diferentes tamaños de letra.
- Usar un dedo como guía para leer.
- Entrecierran los ojos.
- Presentan lagrimeo constante.
- Se le mueven los renglones y no sigue la lectura en la línea o párrafo que se está leyendo.
En este sentido APEC, Hospital de la Ceguera recomienda a los padres de familia, cuidadores o tutores acudir con el oftalmólogo para saber si un niño necesita lentes para la escuela, a fin de detectar oportunamente algún problema de agudeza visual, debido a que entre el 35% y el 40% de los estudiantes con bajo desempeño escolar presentan problemas de visión.
Así, las dificultades visuales más comunes son los errores refractivos o de refracción. Entre ellos están: la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, los cuales contribuyen al bajo rendimiento escolar e incluso aislamiento social y, por tanto, a una baja autoestima.
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La salud ocular, clave para el aprendizaje
Cuando un niño no puede ver correctamente parecerá que no presta la atención suficiente para aprender, que es distraído, flojo o inquieto. Incluso, presentará retraso escolar, llamadas de atención de maestros y padres o tutores.
Por tanto, es clave que se precise si el menor de edad necesita lentes, especialmente si sus hermanos, primos o padres sí utilizan lentes o tienen problemas visuales.
Recuerda que los niños con dificultades de aprendizaje también pueden experimentar problemas emocionales, como ansiedad y depresión, de allí que la salud visual sea fundamental no sólo para el aprendizaje sino para tener una vida con calidad.
