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Mar Romera: «No quiero que mis hijas sean felices»

¿Quieren criar niños felices? La psicopedagoga Mar Romera explica por qué también se deben enseñar los fracasos.

QUE DIJO MAR ROMERA

Crédito: Tomada de BBC

Tanto papá como mamá quieren criar niños felices y que vivan en un entorno lo más amoroso posible pero, ¿eso los está volviendo niños de cristal? En una reciente entrevista para la bbc, la psicopedagoga y docente española Mar Romera explica cuáles sí son los básicos para los hijos.

De entrada deja claro que no existe una fórmula de paso a paso para lograr esa tan esperada «felicidad».

¿Qué dijo Mar Romera de las emociones de los niños?

Mucho se ha hablado de qué emociones deben aprender los niños y en qué edades, incluso aquellas que no son del «equipo» de la felicidad y más porque se ha confundido el concepto de placer y el de ser feliz.

Y es que, Mar Romera cuenta que los niños tienen que conocer el miedo, el fracaso o la pérdida.

De hecho, en la misma entrevista para la bbc cuenta que aunque la afirmación de que no quiere que sus hijas sean felices viene del hecho de que las emociones son una respuesta adaptativa y producto de la generación de química del cerebro.



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Por esa razón, ella quiere que sus hijas que vivan cada circunstancia con lo que toca y eso incluye emociones consideradas negativas: miedo, tristeza o culpa.

Estos son algunos ejemplos de la importancia de las emociones

  • Miedo si están de noche en un lugar no seguro, porque eso hará que sepan buscar ayuda
  • La culpa ante algo incorrecto les dará la oportunidad de hacer las cosas diferente
  • El asco, por ejemplo, ayudará a entender con normalidad el rechazo a cosas nocivas para su cuerpo y eso también incluye emociones

Además, Mar habla de porqué los niños deben vivir ciertas emociones en la infancia, pues el mundo tiene sucesos que suelen ser duros.

Por ejemplo, si en la infancia se les oculta una muerte, una pérdida, tal vez de momento salgan del paso, pero ¿esos niños cómo enfrentarían si un día muere mamá, papá o alguien cercano? Los niños no sabrían cómo enfrentar la pérdida, porque no están familiarizados con el término. No se les puede «salvar» todo el tiempo.

Pretender que no entren en tristeza en ningún momento es pedirles que sean psicópatas. En la sociedad actual potenciamos la alegría y minimizamos la tristeza. 

Reflexiones sobre la felicidad en la infancia
  • Los niños necesitan vivir todas las emociones, en distinta medida pero todas las emociones para poder aprender a reaccionar a cada una
  • Durante la infancia, los niños deben aprender a hacerse responsables, entender que si rompieron algo, tal vez no fue con mala intención, pero nunca suplir el acto con un «fue sin querer». Es clave que entiendan qué consecuencia hay, cuánto cuesta repararlo, si jamás volverá a servir, etc.
  • Tener seguridad para equivocarse es pilar clave, pues los errores dan aprendizaje. Los niños necesitan aprender a fracasar.
¿Se puede educar para el fracaso?

Lo dice Mar, los dice la psicóloga Nancy Steinberg y hasta el psicopedagogo Vidal Schmill en bbmundo: los niños tienen que aprender a perder porque NO todo siempre será éxito.

Un niño aprenderá lo que ve en sus papás y si como papás eligen aplaudir el gol y no la falla y si siempre se pone el foco en el éxito, inevitablemente ningún niño va a aceptar el fracaso, porque es algo que NO conocen aunque lo hayan vivido.

Te recomendamos leer: Cómo enseñar a los niños a ser buenos perdedores

Aprender a fracasar y empezar de nuevo no tiene que ver con buena o mala suerte, tiene que ver con la emoción con la que se enfrenta y es cuando empieza la resiliencia.

Niños de cristal

A todo esto, no sólo Mara ha hablado del tema de los extremos que se viven hoy en día en cuanto a crianza se refiere.

En la actualidad, muchos padres de familia lidian con aprender a gestionar sus emociones porque quieren ser fieles a una crianza respetuosa, pero muchas veces se ha llegado al extremo, tanto que actualmente se ha nombrado generación de cristal a los niños  a los que no se les puede decir nada.

Mar lo explica con el hecho de que como antes las familias eran más grandes, los niños crecían en un entorno igualitario, más sano, global y natural, pero ahora hay menos niños y los papás son sobreprotectores.

Estos son algunos ejemplos de libros para aprender sobre emociones en la infancia: 

  • Educar sin receta
  • La familia, la primera escuela de emociones
  • La escuela que quiero

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