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El mal de ojo es una de las creencias religiosas más populares respecto del cuidado de los niños, especialmente cuando los críos aún no pueden hablar y expresar lo que se incomoda o quiénes no les caen bien.Así, a esta creencia se le considera como una o varias acciones que tienen como objetivo perjudicar, dañar o lastimar al bebé, a los adultos también, ya sea por envidia o celos. Y son los niños, las mujeres, especialmente las embarazadas, y los adultos mayores —es decir los más inocentes— quienes son más vulnerables frente al mal de ojo.
De esta manera, una persona puede tener una mirada maligna, pesada o envidiosa con la que busque, de forma intencionada o no, generar lesiones, daños e incluso dolor y miedo en aquellos sobre los que recae su energía negativa o sus celos.
¿Cómo saber si le echaron el mal de ojo?
Popularmente se tiene la creencia que cuando un bebé, niño o adulto tiene ciertos síntomas o señales, es que ya le echaron el mal de ojo. Entre ellas están:
- No puede dormir, a pesar del cansancio.
- Se enferma con frecuencia.
- Sufre accidentes leves, o muy graves, de forma cotidiana.
- Llanto fácil y mucha sensibilidad.
- Pesadillas y terrores nocturnos.
- No quiere comer lo que usualmente le gustaba.
- Pierde mucho pelito o le salen manchas en la piel.
- Se le pierden algunos objetos favoritos, entre otros.
En las mujeres embarazadas, una de las señales más grandes de que le echaron mal de ojo es que tienen un aborto espontáneo.
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Consejos para hacerle frente a esta creencia
Se tiene la creencia que las medicinas no funcionan cuando el niño tiene mal de ojo, por ello, es esencial primero alejar y proteger contra estas miradas de envidia. Para logarlo es necesario:
Proteger con un amuleto. Existen en el mercado informal numerosos amuletos que ayudarán a hacerle frente a las miradas de envidia.
El color rojo. Colocar un listos, prenda o juguete rojo cerca del niño le permitirá ahuyentar las envidias. El rojo simboliza vitalidad, fuerza y vigor.
Cantos. Las voces de mamá, papá o los abuelos, darán protección al niño. Por ello, es importante cantarle al niño, arrullarlo con los brazos siempre y mirarlo a los ojos con amor y ternura.
Evitar las visitas. Cuando un bebé recién ha llegado a su casa. Es necesario evitar que los demás vayan a verlo, por lo menos, durante los primeros 3 meses.
Para que un niño esté protegido contra el mal de ojo, no se le debe nunca dar a beber, untar o colocar ningún medicamento o remedio porque puede ser perjudicial. Ante cualquier duda es necesario consulta al pediatra.
