Es por ello que el flourishing se enfoca en las emociones y relaciones positivas, así como los logros y las metas. De esta manera, las personas que comienzan a practicar esta tendencia de la psicología, alcanzan sus objetivos de una forma feliz, tranquila y convencida. Es decir, florecen y prosperan.
¿Por dónde comenzar con el flourishing?
De acuerdo con Nora Taboada, experta en psicología positiva, es importante iniciar por entender qué es la felicidad, cómo se compone y cómo se ejerce. Además, es fundamental aprender a administrar la negatividad.
Con ello, será posible fortalecer el sentido del logro y del éxito y, en consecuencia, los padres podrán brindar las herramientas a fin de que los hijos florezcan.
Nora Taboada, entrevistada en exclusiva para bbmundo explica que:
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Por lo general no se nos enseña a buscar, entrar y disfrutar de los estados positivos, por el contrario, se aprende a vivir en la incertidumbre, el miedo y las desgracias. No obstante, cuando se alcanza un estado de bienestar positivo, se logra un desempeño superior en la vida académica, profesional y personal
Además, explica que “el flourishing es nuestro estado de funcionamiento óptimo dado por: la satisfacción de vida y la gestión de emociones positivas. Por ello, cuando tu cerebro tiene emociones positivas funciona 31% mejor”
Por lo tanto, el flourishing ayuda a aprender mejor a tus hijos, es decir, enseñarlos a desarrollar su self- awareness o autoconocimiento, para descubrir cuáles son sus fortalezas, sus pasiones, sus intereses; utilizar estos gustos a fin de fortalecer el aprendizaje y llevarlos al crecimiento.
Los básicos para lograr el flourishing
A fin de que los niños alcancen el éxito escolar y aprendan mejor, es ideal que los padres también florezcan y brinden a sus hijos:
Motivación para que estudien, aprendan y hagan sus deberes con una profunda pasión, porque es lo mejor para disfrutar de un presente y futuro feliz.
Respeto por ellos mismos, por sus cuerpos, sus mentes y, por supuesto, deberán respetar a los demás: maestros, compañeros de escuela, actividades escolares y demás.
Herramientas para que autorregulen sus emociones, especialmente el enojo y la frustración. Se vale estar enojado, pero no es adecuado hacer daño o violentar.
Ejemplos para que ellos mismos se responsabilicen de su felicidad
- cuando estudio me siento feliz de pasar el examen
- cuando hago mis deberes mis padres no me regañan
- cuando administro mi tiempo tengo la oportunidad de terminar mis deberes
Los niños florecen por sí mismos
Los menores de edad florecen con todo aquello que se les brinda: amor, comprensión, apoyo, soporte y guía. Por tanto, a fin de que los niños florezcan aún más es necesario darles: hábitos saludables, conductas positivas y uso efectivo del tiempo.
Así como actitudes y comportamientos positivos hacia el aprendizaje y los entornos escolares, hay que dejar a un lado pensamientos como: “La tarea es mala”, “la maestra no sabe”, “es mucho trabajo para ti”, “no puedes hacerlo solo”, entre otros.
Finalmente, Nora Taboada advierte que el flourishing implica cierto nivel de autoconocimiento de tus fortalezas, de aquello que te provoca emociones positivas, y eso lo podemos desarrollar para cualquier crecimiento en la vida, incluyendo el aprendizaje.