Sin embargo, el estrés escolar también ocurre por la carga de trabajo, la temporada de exámenes o bien por la tensión que se genera al no entender la clase o tener malas calificaciones. En el caso de los adolescentes, sus generadores de estrés se expanden a medida que comienzan a crecer y buscan vinculares con otros adolescentes ya sea de forma amistosa o amorosa.
La deficiencia de hierro en niños limita el rendimiento en la escuela
¿Cómo saber si mi hijo tiene estrés escolar?
La Asociación Americana de Psicología indica que existen diversos síntomas de estrés en los menores de edad, entre ellos están:
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Irritabilidad e ira: los niños no siempre tienen las palabras para describir cómo se sienten y, a veces, la tensión se convierte en mal humor.
Cambios de comportamiento: el niño y adolescente que alguna vez fue activo ahora no quiere salir de casa, llora con facilidad o se porta mal. Se rehusa ir a la escuela.
Descuida sus responsabilidades: si un adolescente repentinamente deja de lado la tarea, olvida sus obligaciones o comienza a posponer las cosas más de lo habitual, el estrés podría ser un factor.
Cambios en la alimentación: comer demasiado o muy poco pueden ser síntomas al estrés escolar.
Baja de defensas: a menudo, el estrés se manifiesta como síntomas físicos: dolor de cabeza o de estómago, ronchas o náuseas son comunes.
El estrés fuera de la escuela
Además de la escuela, el estrés de los niños también suele presentarse en la casa, especialmente por problemas familiares, así como el divorcio de los padres, de los abuelos o pérdidas o fallecimientos. Incluso los cambios felices, como: mudarse a un nuevo hogar o la llegada de un nuevo hermano pueden generar estrés.
Por todo lo anterior, es esencial que a los niños y adolescentes se les brinden herramientas para controlar o evitar el estrés escolar o familiar.
Ejercicios contra el estrés escolar
Si bien los niños y adolescentes son distintos y algunos pueden tener una mejor respuesta frente al estrés escolar, otros pueden llegar incluso a presentar cuadros de ansiedad o depresión.
Por tanto, sigue estos ejercicios para que puedan controlar de forma adecuada la tensión mental.
1. Respiración
Existen diversos ejercicios de respiración consciente para evitar el estrés escolar. Lo primero es que se tiene que enseñar al menor a tener conciencia de su respiración y controlar el ritmo: respirar pausado para regular las emociones.
2. Ejercicio
La actividad física constante reduce el estrés, así que llevarlo al parque a dar la vuelta en la bici, que nade o juegue con sus amigos fuera de casa, le permitirá reducir la tensión mental.
3. Meditar
Los ejercicios de meditación producen un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila. Durante la meditación, se eliminan los pensamientos confusos o desordenados.