Los expertos aseguran que los papás o cuidadores poco afectuosos, que satisfacen las necesidades físicas del niño con la menor calidez y contacto posible, no logran formar buen vínculo padre e hijo.
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Formas de crear un buen vínculo padre e hijo
Vidal Schmill, pionero del concepto Escuela para Padres en México siempre dice que la P es de papá, no de proveer, pegar, producir o pagar. Ser papá va más allá de lo económico y el sustento.
Crear un buen vínculo papá-hijo se logra con contacto, creando lazos que van más allá de la sangre. Se logra abrazando a los hijos, arrullando, dando besos y, en general, siendo afectuosos.
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De hecho, los niños criados con tacto validan más sus emociones en el futuro y con mejor autoestima. Incluso, las palabras de afirmación como «me gusta ser tu papá, disfruto ser tu papá, amo ser tu papá» son buena opción.
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Involúcrate: Sí, puede parecer una palabra con definición muy extensa pero el hecho es que involucrarse tiene que ver con hacer cosas cotidianas y simples, pero valiosas. Por ejemplo: prepara el desayuno, come con tu hijo, báñalo, cambia su ropa, pañal, etc.
Sé un buen modelo a seguir: Para formar un buen vínculo padre e hijo, enseña algo que sólo TÚ sabes hacer y que él admirará porque lo aprendió de ti y contigo. Un buen modelo a seguir también requiere que tú como papá hayas trabajado en tus heridas de la infancia para que sepas que no está mal ser vulnerable aunque seas hombre.
No críes hijos machistas, sin importar si tú creciste con ese modelo en casa.
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Pasa tiempo de calidad con tus hijos: El tiempo de calidad requiere atención plena y eso representa que en el momento que haces algo con tu hijo, sea sólo un tiempo de ambos o en familia, pero sin estar atento al teléfono o hablando únicamente de tus problemas laborales.
Un buen vínculo padre e hijo se logra usando ejemplos cotidianos para ayudar a los niños a aprender las lecciones básicas de la vida.
Busca ser amoroso: La mayoría de los hombres crecen avergonzados por sentir, por llorar, con límites por expresar sentimientos y sólo pueden mostrar «fortaleza» o valentía. Elige ser un padre amoroso, que brinde una guía razonable y firme, sin imponer su voluntad, eso ayudará a formar un adulto más libre.
Sé un padre presente: Sabemos que como proveedores, a veces los trabajos suelen ser demandantes, pero las etapas de la escuela, las primeras veces, los primeros logros y fracasos NO vuelven y es importante que tú hijo sepa que cuenta contigo.
Disciplina con amor y usa la crianza positiva: Los niños necesitan límites, pero NO golpes. Necesitan un vínculo padre e hijo, orientación positiva y disciplina; no gritos de papá, castigos o amenazas con consecuencias terribles. Los padres que disciplinan de manera tranquila y justa muestran amor por sus hijos.