3 factores de riesgo para el prolapso uterino
Existen diversos factores implicados en el prolapso uterino, entre los más comunes en las mujeres mexicanas están estos 3 factores:
Predispuestos: Existen alteraciones genéticas del tejido conectivo (tejido que da sostén al cuerpo) en ciertas familias, por ello, a las mujeres —que comparten genética— les ocurre como herencia familiar.
Favorecedores: El embarazo por sí mismo y los partos que tienen un sobre-esfuerzo de pujo así como los partos instrumentados, aumentan el riesgo del prolapso uterino.
Agravantes: el envejecimiento, la obesidad y algunos tipos de cirugía pélvica previa y todas aquellas situaciones que condicionan un incremento crónico de la presión abdominal (que van desde la tos crónica y el estreñimiento, entre otros) conllevan al prolapso uterino.
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En un inicio es frecuente que no haya síntomas y, es posible, detectar el prolapso uterino durante la revisión rutinaria del ginecólogo. Sin embargo, el síntoma más es sensación de traer un “bulto” en el canal vaginal.
“Este síntoma se asocia de forma independiente a la gravedad del prolapso. Incluso, cuando el prolapso va más allá del introito vaginal, se generará dolor y dificultad para caminar”
¿Cuál es el tratamiento para el prolapso uterino?
“Dependiendo del grado de prolapso y del impacto en la calidad de vida de la mujer, el tratamiento puede ser conservador, corrigiendo factores predisponentes (bajar de peso, corregir la tos crónica o los hábitos intestinales) y con una rutina de ejercicios que ayuden a fortalecer los tejidos que dan sostén a la zona”, advierte el entrevistado.
Además, existe el tratamiento con “pesarios ginecológicos” cuyo principio es ofrecer apoyo al útero para mantenerlo en su situación anatómica normal; su colocación es vía vaginal en el consultorio médico, allí se precisa la cantidad de peso y el tiempo en que deberá utilizarlo la mujer.
También está el tratamiento quirúrgico, el cual se divide en dos:
1. Reconstructivo: El primero incluye quitar el útero (histerectomía) o bien conservarlo (histeropexia) y se fija mediante suturas a las paredes de la pélvis, apoyándose en los ligamentos útero-sacros.
2. Obliterante: Es el cierre total o parcial de la vagina, cabe indicar que se cierra cuando la mujer no busca ya tener relaciones sexuales y ha dejado de menstruar.
¿Cómo prevenir la matriz caída?
A fin de evitar desarrollar la caída del útero es necesario:
1.Mantener el peso corporal
2. Mejorar hábitos dietéticos
3. Favorecer los adecuados hábitos intestinales
4. Acudir a revisiones periódicas con el ginecólogo