¿Quién no se ha enfrentado a este tipo de batallas? La realidad es que la mayoría de las veces no sabemos qué hacer ni cómo parar esa pelea. Amamos a los dos o tres hijos que tengamos, pero cómo lo detenemos sin darle preferencia a uno y la pregunta esencial de todo… ¿es a fuerza que se tienen que odiar?
Por su parte, la psicóloga del College of New Jersey que ha estudiado la rivalidad entre hermanos, Jeanine Vivona, explica que «la competencia con los hermanos es solo una realidad. Y nosotros, como personas con hermanos y personas con niños, podemos tratar de manejarlo lo mejor que podamos». Sin embargo, los estudios demuestran que pueden ocurrir hasta ocho veces por hora.
El investigador de salud y desarrollo humano en la Universidad Estatal de Pensilvania, Mark Ethan Feinberg, explica que «el conflicto disminuye en la adolescencia; en cierto modo se estabiliza… aunque durante la niñez temprana y media son momentos particularmente difíciles para la agresión entre hermanos», ¿qué opinas, crees que la teoría es correcta?
Aunque no lo creas, la rivalidad entre hermanos no es algo nuevo, es tan vieja que se dice que hace cientos de años, cuando la mortalidad infantil era mucho mayor, los niños menores de 5 años con hermanos cercanos en edad tenían más probabilidades de morir, aunque es probable que eso esté más relacionado con las enfermedades que existían en esos años, también es probable que existiera una mayor competencia más general por la atención de los padres, explica la coautora de un estudio sobre los hermanos y la agrupación de la mortalidad, Sarah Walters.
Sin embargo, la psicología explica que la rivalidad entre hermanos tiene el propósito de desarrollo. ayuda a los niños a descubrir qué es único y especial sobre ellos mismos, también conocido como » diferenciación». Pero por mucho que esta idea sea razonable, a los papás se nos rompe el corazón cada que se pelean nuestros hijos, por lo que aquí te damos cuatro maneras para manejar esta situaciones:
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¿Qué lo desencadena?
Presta atención a los hechos anteriores a la pelea, si se pelean cada que van a usar la tablet, intenta conciliar y poner horarios lo más parejos posibles. Cuando empiecen a elevar la voz, trata de que mejoren el tono y evita que se ofendan.
Resolución de conflictos
Después de que haya pasado el enojo, sienta a tus hijos y traten de analizar el problema sin que culpen el uno al otro. Déle a cada niño la oportunidad de hablar, sin interrupciones, y pídales que intenten encontrar soluciones al problema por sí mismos. Esto le ayudará a la resolución de conflictos con otras personas.
Alábalos o reprímelos a solas
Como padres cometemos el error de regañarlos o alabarlos en público, generando conflicto y celos entre los hermanos, por eso los expertos explican que si son amables entre ellos, sí díganlo para reforzar su relación. Pero si los está criticando, intente hacerlo fuera del alcance del oído del otro niño, porque puede usarlo como munición.
Momento para ellos
Para combatir la rivalidad entre hermanos, busquen una actividad en común y dejen que disfruten de ella. Hazles saber lo importante que es ese tiempo entre hermanos, refuercen su lazo y tú aunque puedes mantenerte cerca para evitar que peleen, trata de mantenerte a raya.
