¿Tu hijo no quiere dormir en su cama?
Cambia la rutina
Prepárate. Antes de dar el primer paso, asegúrate de que estás lista y mentalízate porque no habrá marcha atrás. Será lento y quizá te ocasione algunos desvelos pero debes ser constante para evitarle confusiones.
Ve paso a paso. Empieza colocando su cuna en tu cuarto, pero en cuanto notes que se ha acostumbrado, llévala a su habitación.
Hazle saber que estás ahí. Si despierta llorando, atiéndelo para que sepa que está acompañado, espera a que se tranquilice y nunca lo lleves de vuelta contigo.
Planea una rutina. Llegada la hora, disminuye el ritmo de actividad y juego, báñalo, dale de cenar, léele un cuento, cántale o dale un masaje y quédate con él hasta que vuelva a conciliar el sueño.
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Evita jugar dentro de la cuna. Podría interpretarlo como una recompensa por estar despierto, en el caso de los más pequeño y aplica en los más grandes. Esto es importante si tu hijo no quiere dormir en su cama.
Crea el ambiente adecuado. Asegúrate de que su cuarto sea un lugar cómodo, píntalo de colores llamativos y pon a su alcance objetos que le den seguridad como un peluche, una prenda tuya o una lámpara con luz tenue.
Ventajas
- Favoreces su autoestima y desarrollo emocional
- Lo ayudas a comprender su rol dentro de la familia
- Duerme más seguro porque no hay riesgo de golpearlo o asfixiarlo
- Fortaleces tu relación de pareja y vida íntima.
Colecho
Se refiere a la acción de dormir con el niño hasta que quiera hacerlo solo y decida por sí mismo que llegó la hora. Se cree que permite un sueño más tranquilo, autocontrol y mejor descanso. La decisión de practicarlo es personal y ambos padres deben respaldarla.