Recuerda que estas tienen que ser acordes con los valores y tipo de educación que lleven en casa. Aunque estas son preguntas clave, pueden surgir muchas más de manera personal. No dejes de hacerlas:
- ¿Cuántos alumnos hay en cada grupo?
- ¿Qué actividades realizan durante la jornada?
- ¿Qué tipo de retroalimentación recibo respecto a mi hijo?
- ¿Qué tipo de preparación tienen las maestras?
- ¿Existe un departamento de psicopedagogía y cuál es su función?
- ¿Hay exámenes, tareas, trabajos, festivales, salidas?
- ¿Es inclusiva?
- ¿Cómo manejan el bullying?
- ¿Hay actividades extra escolares?
- ¿Qué programas tienen de lenguas extranjeras?
- ¿Hay servicio social y apoyo a la gente?
- ¿Cómo se manejan las becas?
- ¿Cómo manejan las emergencias?
Respecto a tu hijo, lo principal es ser completamente honesto y aceptar su realidad y habilidades, aconseja Ximena Sandino.
“A partir de ello, se elegirá el modelo educativo, pero siempre pensando en que éste le proporcione capacidad de trabajo, inteligencia emocional, manejo y solución de problemas y capacidad de análisis. El conocimiento está cambiando de forma vertiginosa y no sabemos a lo que nuestros hijos se van a enfrentar mañana, por eso la elección del modelo educativo debe estar pensado a futuro, y el colegio debe poder explicar la forma en que el niño logrará dichas habilidades”, enfatiza Sandino.
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Aunque, idealmente, todos los papás y mamás sabemos cuáles son las inclinaciones, aficiones y áreas de oportunidad de nuestros niños, si tenemos duda, podemos pedir la asesoría de un terapeuta o experto en educación.