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10 pasos para apoyar a tu hijo para que no moje la cama

¿Tu hijo presenta enuresis nocturna? Estos son los pasos para apoyar a tu hijo si moja la cama.

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La enuresis es uno de los temas que más preocupa a los padres, pero en muchas ocasiones comienzan a preocuparse antes de tiempo. Para que se considere que un niño presenta este padecimiento, debe orinarse de manera persistente al menos 2 veces por semana, durante 3 meses consecutivos, y tener más de 5 años de edad. Para no agravar la situación te dejamos estos pasos para apoyar a tu hijo si moja la cama.

 

Apoya a tu hijo de esta forma si moja la cama

 

El control de la orina durante la noche se alcanza solo por el 26% de los niños que tienen 18 meses de edad; mientras que el 75% de los niños y el 80% de las niñas lo alcanzan hasta los 3 años de edad.

Existen diversos tipos de enuresis:

 

Primaria: Cuando un crío antes de entre los 4 y los 5 años aún no ha adquirido el control de esfínteres. Es la más frecuente ya que se presenta en 80% de los casos.



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Secundaria: Nos referimos a los toddlers que se hacen pipí de forma recurrente después de haber controlado sus esfínteres por seis meses. Esto es de forma involuntaria y usualmente ocasionado por algún evento traumático.

¿Qué puedes hacer?

Se han descrito muchas ideas para manejar el problema; veamos de qué manera puedes apoyar a tu hijo para que no moje la cama

  • Evita enojarte con tu crío; esto solo le agrega presión para mantenerse seco y empeora el problema. Para el niño es difícil evitar mojar la cama y tú no lo puedes impedir, por lo que no le muestres tu preocupación a menos que él se sienta avergonzado y te pida ayuda.

 

  • No conviertas esto en un gran problema; por el contrario, ayúdalo a mantenerse tranquilo. Recuerda que tu hijo es más que su problema. Habla con él abiertamente sobre el tema. Cuando los padres evitan hablar de la enuresis, los niños piensan que es grave y que ellos son los únicos a los que esto les está pasando. Dile que no está solo y que esto le pasa a muchos niños de su edad.

 

  • Evita los castigos. Castigar a un niño por hacerse pipí en la cama resulta tan absurdo como resultaría castigar a un niño de un año de edad por caerse cuando está aprendiendo a caminar.

 

  • Organiza los horarios en los que el niño bebe líquidos; aumenta su consumo al principio del día y redúcelo conforme se acerca la noche. Tal vez debas experimentar un poco al principio, hasta encontrar hasta qué hora debes permitir que tu niño consuma líquidos. Es muy importante mantenerlo hidratado durante todo el día de tal manera que, si se disminuye la cantidad de líquidos que toma más tarde, esto no será un riesgo para su salud, ni lo hará sentir excesivamente sediento en la noche, y mucho menos lo experimentará como un castigo.

 

  • Acostumbra a tu hijo a ir al baño con intervalos regulares a lo largo del día; nuevamente, es posible que debas ir experimentando con él hasta descubrir qué es lo que le funciona. Por ejemplo: podrías empezar por recordarle que debe ir a orinar cada dos o tres horas –incluso ayudarlo a utilizar una alarma para que se lo recuerde, especialmente cuando tú no estás. Además de evitar que el niño se moje durante el día, esto permite también ir entrenando a la vejiga a tener un horario regular de vaciamiento e incrementar su capacidad de retener líquidos poco a poco.

 

  • Acostúmbralo a ir a orinar justo antes de acostarse. Prueba si esto les funciona, prestando particular atención a la forma como él reacciona.

 

 

  • Reconoce sus logros. Acompaña a tu hijo en el gusto que siente al ir viendo sus propios avances; ayúdalo a sentirse bien acerca de sí mismo elogiándolo cuando consigue amanecer seco. Eso sí, sin premios o castigos.

 

  • Algunas mamás encuentran útil utilizar un calendario, ya sea que lo imprimas o que el niño lo elija, y pegar una calcomanía cada vez que logre permanecer seco.

 

  • Eliminar los alimentos que irritan la vejiga. ¿Sabías que algunos alimentos pueden irritar la vejiga de un niño, aumentando la necesidad de orinar? Puedes empezar eliminando algunos de ellos por las noches; por ejemplo: cafeína (como la leche con chocolate y el cacao), los jugos de cítricos, los saborizantes artificiales, los colorantes y los edulcorantes.

 

  • Verifica si tu niño no padece de estreñimiento. Debido a que el recto está justo detrás de la vejiga, si se llena con excremento grande o duro, hay más presión sobre la zona. Esto afecta aproximadamente a un tercio de los niños que se orinan en la cama, y es muy poco probable que los niños hablen de ello. Si notas que tu hijo no tiene una evacuación intestinal diaria o si las heces son duras, puedes aumentar el consumo de líquidos y fibra.

 

Consulta a su médico pediatra para saber qué alimentos le pueden ayudar a aliviar el estreñimiento y hacer que el sistema vuelva a funcionar mejor. Para mayor información, encuentra todo lo que necesitas a continuación…

 

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