¡Aguas con las garrapatas!
Hace unos días se dio a conocer la noticia de que Kailyn, un niña de 5 años, originaria de Mississippi, había perdido la movilidad en las piernas después de haber sufrido una picadura de una garrapata en la cabeza.
La mamá de la niña pensó que solamente se le habían dormido un poco las piernas; sin embargo después de extraer a la garrapata que se encontraba incrustada en el cuero cabelludo de la niña, tomó a su hija y la llevó a hospital donde le diagnosticaron «parálisis por garrapatas«, malestar que comienza paralizando la parte inferior del cuerpo y avanza de manera ascendente.
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En cuanto a Kailyn, tuvo una recuperación exitosa una vez que había ingresado al hospital, cuando su mamá ya había logrado extraerla de la cabeza.
¿Cómo identificar la «parálisis por garrapatas»?
Los niños son propensos a sufrir los malestares y se puede identificar con un mancha rojiza que al pasar los 5 o 6 días, debilita la fuerza de las extremidades inferiores, posteriormente la parte de arriba del cuerpo y, en caso extremo, ocasiona problemas respiratorios. La recuperación se da después de extraer la garrapata.
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¿Por qué son tan peligrosas?
Las garrapatas son un vector de enfermedades y generalmente se adhieren en zonas específicas como el pelo, las axilas y la ingle. Entre las enfermedades que puede contagiar están:
Enfermedad de Lyme: caracterizada por fatiga, fiebre, dolor de cabeza y musculares, ganglios linfáticos y rigidez en el cuello.
Fiebre de las montañas rocosas: ocasiona fiebre, náuseas y vómitos, confusión, dolor de cabeza y debilidad.
Anaplasmosis: Se manifiesta con escalofríos, náuseas, dolor abdominal, confusión, fiebre y escalofríos.
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