Estás al pendiente de todos sus movimientos y sólo te volteas unos segundos para tomar su biberón, contestar una llamada o pagar la cuenta. Un instante después lo escuchas llorar… Tu hijo se cayó. ¡No te tortures!
¡Mantén la calma! Estos son los pasos cuando se te cae
Aunque el corazón se te detenga y pienses lo peor, tómalo con calma y evalúa la gravedad: de dónde se resbaló, con qué velocidad y cómo pudo golpearse. Además es importante recordar que cuando está aprendiendo a gatear o caminar, los accidentes son más frecuentes porque practica su coordinación motriz. En el caso de los más pequeños, corren el riesgo de caer de la cuna, el cambiador o la silla para comer. Para enfrentar la situación.
Checa: ¿Cómo prevenir riesgos en la cuna de tu bebé?
Actúa con tranquilidad:
- Ayúdalo a levantarse, consuélalo y cerciórate de que no se haya lastimado la cabeza o el cuerpo.
- Observa su comportamiento y reflejos durante 24 horas, si notas algún cambio llévalo con el pediatra No lo maximices ni exageres porque podrías asustarlo y desmotivarlo a que realice actividades nuevas que son necesarias para su desarrollo. Caerse no es el mejor aprendizaje, pero lo ayudará a medir el peligro y a despertar su instinto de protección.
- Desahógate: Es normal que te sientas triste o culpable, habla con tu pareja o tus amigas y comparte tus emociones.
- Enfrenta tus miedos: Si se rodó del cambiador, no temas volver a usarlo; si percibe tu tensión puede asociarlo con algo negativo. Cuando encaras aquello que te angustia, lo ayudas a fortalecer su seguridad e independencia.
- Sé justa contigo: Aunque quisieras, no siempre podrás evitar que esto pase, pero eso no significa que seas una mamá irresponsable o que tu hijo te quiera menos. ¡Nadie es perfecto!
Llévalo al doctor si:
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
- Pierde el conocimiento
- Está irritable
- Tiene problemas para dormir
- Mueve anormalmente los ojos
- Respira con dificultad
- Convulsiona