Es normal que estén asustados, pero si se hacen pipí en la cama, si no quieren dormir solos, si no quieren separarse de mamá o ir a la escuela en repetidas ocasiones, ya son síntomas de que necesitan ayuda.
1. Evitar mostrar más imágenes o videos acerca de lo que sucedió. Por lo que debes preocuparte es porque tu hijo tenga claro qué es un temblor y qué es lo que debe hacer en caso de que suceda.
2. Tratar de estar calmados frente a ellos para no pasarles nuestros miedos.
3. Todos tenemos una «pila de la preocupación» que, así como el teléfono, gasta batería si tenemos apps abiertas sin usar. Hay cosas que no podemos controlar y por ende no merece la pena preocuparnos sino ocuparnos y en eso sí podemos gastar las pilas.
Lo mejor es enseñarle a tu hijo a ser participativo hasta donde pueda y recordarle que siempre hay formas diferentes de ayudar al prójimo. Además, puedes distraerlo poniéndolo a dibujar, colorear u otras actividades artísticas que puedan funcionar como terapia relajante.
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4. Si el niño no puede dormir o se pasa a tu cama, puedes comprar un estambre muy largo y poner una esquina de éste en la cama del niño y otra en la de los papás para que se sientan tranquilos, es como algo muy visual que les indica que ahí están los papás al pendiente de él.
5. No se trata de alejarlos de la realidad solamente dosificarles la información.
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