¿Por qué cambia la piel durante el embarazo?
Las hormonas tiroideas y suprarrenales modifican la producción de sebo favoreciendo la deshidratación, además el incremento en el torrente sanguíneo debilita tu dermis dejándola irritada por lo que la notarás enrojecida o incluso manchada.
No es extraño que incluso, alrededor de la semana 34, aparezcan zonas descamadas y con mucho picor en piernas, brazos y abdomen. Estas características desaparecen paulatinamente después del parto y no ocasionan daño a tu bebé.
Así es como puedes prevenir o reducir molestias por la piel reseca:
• Evita el uso de jabones, exfoliantes y desodorantes que contengan fragancias o químicos que puedan aumentar la irritación.
• Mantén una buena higiene personal y prefiere productos específicos para mujeres embarazadas o pieles muy sensibles.
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• Utiliza ropa amplia y preferentemente de algodón, evita la que es ajustada o de telas sintéticas, ya que éstas favorecen la resequedad y por ende las molestias.
• Aplica dos veces al día crema o aceites hidratantes; de preferencia hazlo inmediatamente después de bañarte pues tu piel logrará una mayor absorción.
• Aliméntate bien y bebe abundantes líquidos, evita el azúcar y el alcohol.
• Si las reacciones cutáneas llegan a ser más incómodas de lo normal, consulta a tu médico.
Para evitar piel reseca, procura comer la mayoría de frutas y verduras, ya que están compuestas en un 90% por agua y te ayudan a eliminar de toxinas:
1. Sandía
2. Melón
3. Naranja
4. Tomate
5. Lechuga
6. Espinaca
7. Leche
8. Huevo
9. Gelatina
10. Infusiones de manzanilla, menta o té verde