Pero para los otros lo ocurrido fue simplemente un desafortunado caso de aborto. Es más, lo puede ser incluso para alguno de los miembros de la pareja. En este sentido, lo importante en esos momentos es mantenerse unidos, pues la presión a la que han estado sometidos al intentar continuamente la procreación, puede rebasarlos y poner en riesgo su matrimonio. Lo mismo se hace extensivo a los seres queridos que los rodean. Éstos, por su parte, podrían igualmente respetar y no criticar la manera como la pareja ha resuelto elaborar su duelo.
Si la pareja está de acuerdo con hablar del “bebé”, llamarlo por su nombre y ¿por qué no?, realizar otros ritos como un funeral íntimo, no tiene por qué no hacerlo. Sin embargo, si algún miembro de la pareja no está de acuerdo con el funeral, debe ser tolerante y respetuoso con la decisión de su pareja.
Por otro lado, conversar con personas que han pasado por la misma situación puede resultar sumamente conveniente.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.