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Ejercicios de relajación durante el embarazo

Cierra los ojos y respira con profundidad. Consigue relajarte, ¡el camino con tus hijos aún es largo!

Después de tantas noches sin poder dormir por la preocupación de que tu bebé esté bien, no tenga hambre, no se despierte o que le incomode el pañal mojado, es seguro que necesitas ejercicios de relajación, ya que el camino aún es bastante largo. Aquí te sugerimos varios que te ayudarán a no tener tanto estrés:

Yoga 

En muchos deportivos privados se imparten cursos de yoga para todos los niveles, si no tienes tiempo o no perteneces a ninguno, ¿por qué no te compras un video de yoga para que hagas los ejercicios desde tu casa? También puedes hacer ejercicios de estiramiento: acuéstate boca arriba y poco a poco lleva tus rodillas hacia el pecho, mantén esa posición mientras respiras profundamente y después exhala.

Masajes 

A menos que cuentes con un masajista las 24 horas, pídele apoyo a tu esposo para que te haga masajes en diferentes partes del cuerpo. Un masaje de 10 minutos empezando por la cabeza, hombros, cuello, brazos y piernas, para después irte a la cama muy relajada y no despertar hasta el otro día.

Ejercicios de respiración 



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El hacer este tipo de ejercicios ayuda a relajar los músculos, disminuir el ritmo cardiaco y a que te duermas más rápido. Es muy eficaz sobre todo si a las 3 de la mañana no puedes conciliar el sueño. Lo primero que debes hacer es cerrar la boca y respirar hondo y profundo por la nariz sintiendo cómo va creciendo tu estómago conforme se llenan gradualmente de aire tu diafragma y pulmones. Espera un segundo antes de exhalar por la nariz a la cuenta de cuatro. Repítelo hasta que te sientas relajada.

Relajación de músculos 

Acuéstate en tu cama. Alterna los movimientos con tu lado izquierdo y derecho. Primero ejerce tensión sobre tus músculos apretándolos y después relajándolos. Empieza con tus manos y brazos, después con cara y quijada, pecho y hombros, estómago y así hasta que llegues a los pies. Después de 30 minutos te sentirás relajada desde la cabeza a los pies.

Imaginación 

Imagínate que estás en un lugar que te relaja bastante como estar parada en una playa o bien, al lado de una cascada o riachuelo. Cierra los ojos y visualiza la escena con detalles, siente cómo tus pies tocan la arena y cómo el agua suena cuando metes tus pies, siente cómo el agua entra por tus poros y así hasta que te sientas totalmente relajada y dispuesta a dormir.

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