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Decir que un niño tiene el Síndrome de Solomon es cuando él toma decisiones o tiene conductas que evitan que destaque o sobresalga, es decir, parecer o conocer más sobre el entorno social que le rodea. En muchas situaciones se hace para evitar ser señalado como «el cerebrito», «el sabelotodo», «la que todo lo sabe», «la niña genio».
Este comportamiento tan determinado lleva a los niños a ponerse obstáculos a sí mismos con objeto de pertenecer a un grupo e incluso a no ser molestado. Las personas afectadas por el síndrome de Solomon tienen baja autoestima y también falta de confianza en sí mismas.
Este tipo de características lleva a los niños a fijarse más en las carencias que en las virtudes. Desear algo que él no tiene pero que otro niño sí, dejando como base de todo un complejo de inferioridad.
Se conoce como síndrome de Solomon desde 1951, después de que el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch hiciera la prueba en jóvenes de más de 15 años pero recientes investigaciones señalan que esto comienza a suceder también en niños de muy temprana edad.
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