El riesgo de onfaltitis es mayor en los primeros 28 días de vida y los principales signos de alerta serán: secreción amarilla, mal olor (muy parecido al olor a humedad), enrojecimiento e hinchazón alrededor del muñón.
Así puedes evitar infecciones en el ombligo de un recién nacido:
1.- Deja que el muñón del cordón se caiga solo. No intentes jalarlo aunque parezca que está a punto de caerse.
2.-Si lo arrancas antes de tiempo, puedes provocarle un sangrado que, en caso de no parar, necesitará atención médica urgente.
3.-Algunas veces el ombligo forma un tejido de color rosa que indica que está cicatrizando en vez de secarse por completo; este generará un líquido amarillo que desaparecerá una semana después o dos. Si no es así, consulta con tu médico.
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4.- Si el muñón no se ha desprendido completamente en cuatro semanas, puede ser reflejo de un problema en el sistema inmunológico. Lo mejor será consultar con un pediatra.
5.-Debes revisar la zona del ombligo al menos una vez al día o de preferencia en cada cambio de pañal para notar cualquier anormalidad. Haz esto durante los primeros 10 días de nacido de tu bebé.
6.- Intenta colocar el pañal doblado por debajo del muñón para evitar que se contamine de residuos de pipí o popó.
Según estudios, hasta 3% de los recién nacidos en México tiene este problema.