Para que dejes de sufrir tanto porque además será mamá quien pase toda la noche intentando hacer magia para dormirlo y lograr entender por qué llora sin control o por qué el ruido de su respiración lo despierta, toma en cuenta algunos tips para dormir rápido a un bebé.
Ambiente perfecto: Procura que al menos es más regular su rutina de sueño, que cuando lo lleves a la cuna no haya luz y de preferencia sólo una pequeña lámpara para que puedas observarlo. Esto incluso sirve para las siestas en las tardes.
No camines por toda la casa: Primero toma en cuenta que si sacas al bebé del cuarto donde normalmente duerme y ve luces prendidas, movimiento y demás cosas que llamen su atención, menos dormirá.
Sonidos de la naturaleza: Una de las formas más sencillas para dormir a un bebé es ponerle ‘ruidos blancos’, que suelen calmar a los bebés y logra arrullarlos. También es opción utilizar sonidos de la naturaleza a un volumen considerable. Recuerda que lo que quieres es arrullarlo, no que se quede despierto.
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Nota: los sonidos de la naturaleza también sirven para calmarlo si está llorando.
Colecho: Aunque muchas personas piensan que será peligroso, el colecho logra mantener más tranquilo a un bebé porque tiene cerca a su madre. De hecho, el colecho facilita la sincronización del ciclo del sueño de la mamá y el bebé. Además lo ayuda a dormir más y con facilidad, en especial durante los primeros meses cuando se despierta a mitad de la noche.
Objeto para dormir: Muchos bebés duermen con algún objeto preciado a su lado. Para que identifique totalmente el momento de dormir o de la siesta, procura que esa manta u oso de peluche sólo lo tenga cuando duerme, así cuando lo vea o se lo des podrá relacionarlo con el sueño.
No lo veas directo a los ojos: Si estás arrullando a tu bebé, intenta no verlo directamente a los ojos, porque su vínculo es tan cercano que verse de forma directa le resulta algo interesante y que obvio lo mantendrá despierto.