Hoy por hoy, más mujeres han decidido, literal, gritar y divulgar su arrepentimiento y no con un afán mayor al de desahogarse y que la gente no se sienta única con ese arrepentimiento en su ser. Algo que para nada cambia el hecho de amar a sus hijos.
En una reciente publicación de la web bbc.com se dio a conocer que la escritora francesa Corinne Maier cree que los adultos están tan obsesionados con sus hijos, y tan exhaustos por tener que cuidarlos, que no tienen energía para nada más. De hecho, ella es un madre de dos y es una madre arrepentida que además espera el momento en que tenga que dejar de ayudar económicamente a sus hijos.
Además causó muchos comentarios respecto al tema y habla de que en realidad muchas parejas buscan su felicidad o resignación en decir:
«Soy una madre (o un padre) dichoso, mis hijos son mi alegría». Es obligatorio encontrar placer en la maternidad. En mi experiencia, la realidad es muy diferente: criar a un hijo es 1% de felicidad y 99% de preocupación»
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Además de decirse arrepentida, Cornnie asegura que «criar a mis hijos no solo me dejó exhausta, sino en bancarrota también. Pronto mi hija terminará sus estudios. Tendré una gran fiesta ese día. Finalmente no tendré que encargarme de ella: ¡qué alivio! ¡Y que ahorro!»
Después de los argumentos antes mencionados, Cornnie insiste en que el tema de querer ser madre radica, en algunos casos, en que la sociedad actual no sólo en Francia, o Europa, sino en el mundo, está obsesionada con los niños y además, considera que las parejas creen totalmente que los bebés producen un hechizo de felicidad, pero que al final no es más que una ilusión.
«Un hijo es considerado garantía de felicidad, desarrollo personal e incluso status social»
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