En México y el mundo, la primera causa de muerte por cáncer en la mujer, es el de mama. Además, en nuestro país 90% de los casos son detectados en etapas tardías, cuando son casi imposibles de curar o con pocas probabilidades de supervivencia.
Para disminuir esa cifra, lo único que tienes que hacer es adquirir el hábito de realizarte exámenes médicos periódicos, sobre todo aquellos que te ayudarán a encontrar a tiempo, cualquier “bolita” extraña.
Estos pueden dividirse en dos grupos:
- De rutina. Visita al médico general, auto examinación y mastografías anuales
- Especiales o de confirmación diagnóstica. Citologías (análisis de las células) por secreciones del pezón, ultrasonidos mamarios y biopsias, entre otras
Revisiones de rutina
Autoexploración: Tiene la enorme ventaja de ser sencilla y gratuita, además una de los más importantes pues según algunos estudios, 90% de las afecciones en los pechos, son percibidas por las propias pacientes.
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- Se aconseja efectuarla de cinco a siete días después de la menstruación. En caso de que ya no tengas, elige un día fijo por ejemplo, el 15 de cada mes
- Realízala de pie, acostada o en la regadera. Esta última puede ser complementaria a las anteriores pues tu mano y piel enjabonada ayuda a que tus dedos se deslicen y facilita la inspección
- Frente al espejo, divide imaginariamente tu mama en cuatro cuadrantes o partes. Considera al pezón como el centro y cuando te toques, asegúrate de recorrer todos los segmentos
- Utiliza las yemas de los tres dedos medios. Pues son los más sensibles. Considera aplicar presión media: si lo haces muy suave no percibirás tumores y si es muy fuerte, podrías “mover u ocultar” cualquier nódulo
- Tócate de forma vertical, horizontal y en espiral. De afuera hacia adentro, o sea de la axila, costillas o centro del pecho hacia al pezón
- Pon atención a la presencia de bultos (tumoraciones). Ya sean de consistencia blanda o dura, zonas de mayor dureza (fibrosis), dolor, cambios de coloración o textura en la piel, retracción de algún pezón o salida de secreción o asimetría entre las mamas
Si tienes estos u otros síntomas extraños, acude de inmediato al especialista.
Mastografía o mamografía: Es un método de diagnóstico, recomendado a partir de los 40 años que consiste en emisiones de baja radiación en las glándulas mamarias. Estos rayos X no laceran ni enferman tu pecho, al contrario sirven como detectores iniciales de carcinomas malignos.
- Realiza tu primera mastografía en un centro especializado y compárala con las subsecuentes
- No se recomienda en pacientes más jóvenes, a menos que exista sospecha de alguna tumoración sugestiva de cáncer
- Prográmala cuando estés menos sensible, los días posteriores a tu periodo podrán hacerla menos molesta
- El día de tu cita, no utilices desodorantes, cremas, talcos o ungüentos pues dificultan la interpretación de los estudios. Lleva ropa cómoda, preferentemente de dos piezas
En el primer apartado del artículo, te hablamos sobre la importancia de la auto inspección y la mamografía anual después de que cumplas 40, ambas como revisiones de rutina; pero además en caso de que tu médico encuentre una “masa”, puede ser necesario que te sometas a alguno de los siguientes estudios.
Revisiones especiales
Citología de secreción por pezón: Sin importar la edad, toda paciente que presente salida de líquido a la presión del pezón debe de acudir al médico para realizarse un estudio celular de ese goteo e identificar el tipo de padecimiento que lo ocasiona.
Ultrasonido mamario: Es indicado en mujeres menores de 35 años que tengan algún tipo de alteración en la exploración realizada por el médico especialista; éste puede ser un mastólogo, ginecólogo oncólogo u oncólogo médico. Se realiza como parte del check-up anual femenino y ayuda a diferenciar tumoraciones quísticas o benignas de las cancerosas.
Biopsia de mama: Debe ser realizada por un radiólogo o ecografista entrenado y consiste en la inserción de una aguja especial, para extraer una muestra del tejido de la lesión. Existen varios tipos:
Aspiración por aguja fina. Se emplea una punta muy pequeña para extraer fluidos o células del área anormal
Aguja de núcleo. Es hueca y más gruesa, utilizada para tomar una muestra de tejido mamario
Terapia asistida por vacío. Instrumento que recoge o succiona un poco del material a analizar
Otros estudios menos frecuentes que podrían llegar a solicitarte y cuya especificidad y costo son más elevados:
- Gammagrafía
- Resonancia Magnética Nuclear de la mama (RMN)
- Tomografía Axial Computada (TAC)
- Tomografía por emisión de positrones
- Termografía
Considera que todos deben ser realizados por profesionales y de preferencia, en instituciones especializadas en enfermedades de las mamas. Si existe cáncer, entonces comienza tu tratamiento oncológico también bajo la supervisión de especialistas.
Agradecemos la colaboración del doctor Héctor Rodríguez, especialista en ginecología y obstetricia, puedes consultarlo en bbmundo.com/especialistas o al T. 5564 5717.
