El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar defectos de nacimiento, sobre todo si la madre lo ingiere en grandes cantidades. Elevadas cantidades de alcohol pueden provocar un aborto o el síndrome del feto alcohólico. Sin embargo, ya que tampoco está demostrado que beber pequeñas cantidades de alcohol sea inocuo, no se debería consumir absolutamente nada de alcohol durante el embarazo.
Los recién nacidos que padecen este síndrome son pequeños para su edad gestacional y también tienen la cabeza pequeña, lo que indica un escaso desarrollo cerebral dentro del útero. Algunas de las malformaciones que pueden producirse comprenden ojos pequeños, achatamiento de la zona media de la cara, pliegues anormales en las palmas de las manos, defectos cardíacos y articulaciones anormales. La consecuencia más grave es el desarrollo cerebral defectuoso, que deriva en retraso mental. El consumo de alcohol durante el embarazo es la causa de retraso mental que más fácilmente se puede evitar.