- Recuéstalo boca abajo unos minutos: Si tiene pocos meses de nacido sosténlo con tus manos. La gravedad facilita que la mucosidad se desprenda de las paredes nasales y fluya hacia hacia la entrada de la nariz para que sea más fácil retirarla sin tanto esfuerzo.
- Mantenlo hidratado: Además de que podrás ayudarlo a respirar mejor, evitarás que la mucosidad forme costras adheridas que son más difíciles de retirar. Sopas o caldos en caso de estar en la etapa de alimentación con sólidos, también son recomendables.
Te interesa: ¿A qué edad deben tomar agua los bebés? - Eleva un poco el ángulo de su almohada: Para ayudarle a que la mucosidad no se vaya al fondo de la nariz impidiendo que pueda respirar sin dificultad mientras duerme. No olvides mantenerte atenta durante el transcurso de la noche para evitar complicaciones.
- Ayúdate de la humedad: Ésta permite que la mucosidad se desprenda y fluya con mayor facilidad a la hora de limpiarlo. Un baño tibio es una excelente opción para ayudarlo a respirar mejor. También existen humidificadores que puedes usar en su habitación.
Te interesa: Cómo evitar que se enferme esta temporada - Usa solución salina. Tiene una composición que facilita la expulsión de forma natural y al mismo tiempo arrastra gérmenes, virus y bacterias así como polvo, alérgenos y residuos de contaminación. Afrin Pure Sea tiene una presentación infantil que ayuda a mantener húmedas las fosas nasales y a mantener la higiene nasal diaria