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- Deja que lo alimente. Tú mejor que nadie sabe la conexión que se logra al amamantarlo, y aunque es imposible que él te sustituya en esta labor, ¿por qué no dejas que él lo alimente con un biberón de tu leche materna? O bien, otra alternativa para integrarlo es que él sea el encargado de hacerlo eructar después de que le has dado la toma del día.
- ¡Que se acurruquen! Sin duda es un momento que debes dejar que viva con su papá. Lo cuidas, vas al trabajo, estás con tu pareja y tienes todo bajo control en casa, ¿no quieres tomarte 5 minutos libres? Deja que por un momento papá sea quien se acurruque con el bebé. Él también debe saber lo que es abrazarlo y estar súper relajados sin necesidad de hacer algo en específico.
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- Báñenlo juntos. Un baño al final del día es lo que tu bebé necesita, por ello, mientras más relajado esté el ambiente, mejor. Si lo hacen juntos, perderán el miedo a este momento que pone de nervios a muchos papás primerizos. Mientras tú sostienes al bebé, tu esposo puede lavarle el cuerpo; y mientras él lo sostiene, tú puedes lavar su cabeza, o viceversa. ¡El tiempo así lo disfrutarán mucho más!
- Rutina matutina. ¿No hay día que no te despiertes exaltada por todas las cosas que debes hacer antes de salir de casa? Para que esto termine, por qué no dejas que sea él quien le dé los buenos días, lo vista y lo alimente. Estos momentos pueden llenar a tu pareja de mucha energía. Confía en él, seguro lo hará muy bien.
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- Déjalos solos. No siempre debes estar a su lado, de vez en cuando déjalos pasar tiempo a solas. Hazle sentir a tu esposo que él también es capaz de cuidar y criar muy bien a su hijo. De esa forma ambos descubrirán qué es lo que disfrutan hacer al estar juntos y su relación será mucho más fuerte.
La paternidad es algo que él también debe experimentar y vivir de una forma única. ¡No dejes que se pierda nada!
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