Un ledy tren, el uniforme completo de los pumas de la universidad y un balón de futbol.
Cuando mi madre revisó mi cartita me preguntó cuál de las tres cosas era la que más quería, “por si los Reyes Magos sólo te traen un juguete”. Sin dudarlo contesté que el balón. Ella me dijo que mejor eligiera otra cosa porque cada año pedía una pelota. Le contesté que patear un balón era mi juego favorito. Al final, los Reyes no me fallaron y me trajeron todo.
Ahora que soy padre, me gusta elaborar con mis hijos su carta porque me encanta presenciar lo que yo considero, el mejor acto de magia del mundo. Es increíble ver cómo un papel en blanco se transforma en una hoja multicolor, después puede viajar por el cielo transportado por un pequeño globo que muchos piensan que se eleva sólo por el gas, pero no, esa carta viaja impulsada por la imaginación, el amor y los latidos del corazón de su autor.
A la mañana siguiente, al pie de un árbol de Navidad, el truco finaliza al materializarse las peticiones escritas. Con ello los niños sonríen, se divierten, pero lo más importante es que en su corazón crece la fe. Este año mis hijos han depositado su confianza de nuevo en seres que sólo han visto en fotos, en personas buenas de las que todo mundo les habla, pero este año hemos puesto un ingrediente extra. Papá ha vuelto escribir una carta y dice así.
Queridos Reyes Magos, la última vez que les escribí yo tenía 11 años y aún recuerdo la última bicicleta que me regalaron. Les agradezco todo lo que me dieron y que no han olvidado los regalos para mis hijos. En esta ocasión quiero pedirles algunas cosas, son más de tres pero con una sola me conformo.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
- Me encantaría una nave que pueda viajar al pasado para copiar el método que usó mi papá para enseñarme a andar en bici
- Quiero un juego de laboratorio que incluya la cura del cáncer y así evitarles esta enfermedad a todos los niños
- Sería muy feliz si me regalaran un hornito mágico que pueda producir pasteles interminables para acabar con el hambre
- Tráiganme una lámpara maravillosa que tenga el poder de regalarnos una oportunidad más para corregir algo que hayamos hecho mal
- Deseo un trenecito que pueda viajar al futuro para ver lo que me pueda perder de la vida de mis hijos
- Me caerían muy bien tres perfumes, uno que tenga todos los aromas de mi juventud, otro que tenga la esencia del olor a bebé de mis hijos y el tercero que huela a la comida de la abuela
- Sería espectacular que me trajeran un cofre pirata, pero en lugar de joyas y monedas, un par de zapatos que bailen solos, una pluma que escriba el mejor consejo y una manta que cobije como si mamá me abrazara.
- Por último, si no es mucha molestia, quiero un GPS que localice a todos los niños que están lejos de su casa.
Por años me demostraron que para ustedes nada es imposible, hoy más que nunca necesito esto y al igual que mis hijos quiero seguir creyendo en la poderosa magia de una carta volando hacia tres estrellas que brillan en el cielo.
P.S. He sido bueno y ustedes y yo sabemos que a los buenos siempre les va bien.