Tu hijo se empeña en manifestar sus preferencias y tomar sus propias decisiones para reafirmar su personalidad y demostrar que tiene control sobre su entorno. El problema es que los límites propios de su edad no se lo permiten y por lo tanto se frustra.
Compréndelo
Aún no le queda claro por qué no puede hacer lo que tú, su papá o hermanos mayores realizan con tanta facilidad. No se comporta mal para desafiarte, sino para autoafirmarse como un ser autónomo y no como una extensión tuya, por eso:
- Tiende a decir ‘no’
- Quiere todo de inmediato
- Manifiesta sus necesidades de manera agresiva
- Rechaza ayuda para caminar o comer
- Está más inquieto
- Llora cuando menos lo esperas
- Hace justo aquello que sabe que está prohibido
- Desafía a la autoridad paterna, aunque quizá no la de otros adultos o niños mayores
- Es posesivo con sus juguetes
- Golpea, muerde o avienta cosas cuando se desespera
- Ya no quiere lo que antes le agradaba
Recuerda que son expresiones naturales y saludables para alcanzar su independencia. Trabaja en equipo con tu pareja y establezcan los mismos límites para no mandarle un doble mensaje.
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Tips
- Permite que tome decisiones como seleccionar su playera, juguetes, qué fruta comerá, etc. Se flexible ante sus gustos y aversiones
- No te anticipes a sus deseos. Espera a que los exprese, así practicará el habla y se sentirá más independiente
- Sugiere actividades alternas cuando no pueda o deba hacer algo. Cuida tu tono de voz y expresiones faciales para que no lo sienta como imposición
- Quita de su alcance objetos que vas a prohibirle tocar ya sea porque son peligrosos o frágiles. Si ya los descubrió, distrae su interés hacia otro lado
- Enséñale nociones de autocontrol. No te desesperes ni enojes, por el contrario muéstrate empática para que eleves su comprensión emocional y mejore su sociabilidad
- Elimina el castigo físico, que con frecuencia es ineficaz y lo vuelve más temperamental
- Contesta a sus preguntas de manera clara y entendible. Dialoga y aclara sus dudas o peticiones para que comprenda tus razones. No olvides que es un niño y no un adulto pequeño
- No esperes que esté quieto pues quiere disfrutar su recién estrenada coordinación. Aliéntalo a que corra, brinque y juegue
- Mantén un atmosfera familiar positiva. Eviten pelear y gritar frente a él
- Premia la buena conducta y alienta su curiosidad extremando las medidas de seguridad. ¡Está tomando conciencia de que un mundo le rodea y desea explorarlo!
Tiempo fuera
Es una forma de entrenamiento útil para corregir conductas no deseadas. Consiste en asilarlo durante un minuto por cada año de edad.
Para que funcione:
- Establece qué lo hará merecedor de esta técnica. Pueden ser los berrinches, una conducta agresiva o peligrosa. Escoge dos o tres comportamientos indeseables ya que no es aconsejable que la utilices a la menor provocación
- Elige un lugar aburrido, puede ser la esquina de una habitación, el pasillo, un sillón o su corral. Nunca cuartos cerrados, lugares oscuros ni que le den miedo. Lo ideal es que puedas observarlo sin que se percate
- Explícale en qué consiste el castigo y por qué lo aplicas. Hazlo desapasionadamente, basta con que le digas “tu comportamiento no es correcto y vas a quedarte aquí para que pienses en lo que has hecho”
- Adviértele “no hagas eso o estarás tiempo fuera”. Si no cesa, llévalo acabo de manera calmada pero firme, sin enojarte ni gritar