¿Qué es un ultrasonido (US)?
Es un sonido de alta frecuencia que rebota en el tejido humano para obtener imágenes interiores del organismo. También se le conoce como ecografía o sonograma.
Cuando se hace un ultrasonido prenatal las ondas sonoras pasan a través del abdomen de la mamá, llegan al embrión, rebotan y crean la imagen del bebé en un monitor electrónico como series de puntos. Los tejidos duros del bebé, es decir, los huesos, se verán de color blanco; los blandos se verán oscuros y los fluidos se verán de color negro.
Pueden ser transabdominales o transvaginales. El primero se usa sobre todo en el segundo y tercer trimestre: la imagen del feto y de la placenta es muy clara. El transvaginal se utiliza en el primer trimestre para visualizar el cérvix, útero, saco gestacional, embrión y otras estructuras pélvicas profundas.
Para poder llevarlo a cabo, el médico debe colocar gel lubricante en el abdomen a fin de mover libremente la sonda. La prueba toma de 10 a 30 minutos.
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Existen diferentes motivos por los cuales un US es recomendable:
- Determinar la edad y desarrollo del feto; por lo tanto, la fecha probable de parto
- Descartar anormalidades fetales
- Identificar embarazo de alto riesgo
- Confirmar la sospecha de muerte fetal
- Revisar problemas en la estructura del útero
- Aclarar discrepancias en los tiempos de gestación
- Localizar anormalidades de la placenta
- Determinar embarazo ectópico
- Sangrado anormal
- Duda de tumor ovárico
El US es un procedimiento no invasivo que aporta información valiosa y ofrece la visibilidad necesaria para revisar el correcto desarrollo del bebé, así como diagnosticar complicaciones a tiempo.
Es conveniente que lo comentes con tu médico, pues él sabrá cuándo es el mejor momento para hacerlo. Aunque se recomienda realizarlo al menos una vez por trimestre, suele llevarse a cabo cada mes.
Recuerda que la prevención juega un papel importante durante el embarazo, monitorear el desarrollo de tu bebé así como los cuidados que le brindes disminuirán el riesgo de complicaciones. Uno de ellos es tu alimentación, para asegurar los nutrientes necesarios pregunta a tu médico por algún multivitamínico especializado en la maternidad.
