La lactancia será una de las mejores experiencias de tu vida porque crearás una conexión única con tu hijo y además lo ayudarás a crecer sano y fuerte. Sin embargo, hay ocasiones en las que la falta de experiencia puede resultar dolorosa: los pezones se vuelven más sensibles y pueden aparecer fisuras o grietas debido a una técnica inadecuada al amamantar.
Para que esto no suceda:
- Antes de darle de comer da un masaje suave para estimular la bajada de leche y facilitar la succión
- Ofrece el pecho sujetándolo como si formaras una “C” con la mano, el dedo gordo por arriba y el resto abajo
- Recuesta a tu bebé de lado y haz que su abdomen quede frente al tuyo. Su boca debe cubrir un area grande de tu areola mientras que su nariz y barbilla rozan tu pecho
- Antes de retirarlo, interrumpe la succión poniendo un dedo en su boca. No lo separes bruscamente ya que puede lastimarte
- Cuando hayas terminado de alimentarlo, ponte una pomada que contenga dexpanthenol. Esto ayuda con la cicatrización y humecta el pezón, debido a que es un regenerador de piel.
- Lo único que necesitas para mantener limpios tus pechos es agua. Evita el uso de jabón y alcoholya que puede resecarlos y causar agrietamientos
Si eres primeriza o tienes los pezones muy sensibles y sientes dolor, mientras lo alimentas intenta alguna técnica de relajación, escucha música suave y respira profundamente. ¡Disfruta la lactancia!
Recuerda que puedes usar una pomada con dexpantenol para regenerar el pezón. Aplica una capa delgada en tus pezones, olvídate del dolor y disfruta toda la alegría de ser mamá.
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