A medida que el niño crece, para satisfacer sus necesidades alimenticias tan cambiantes, se requieren nutrientes correctos y en cantidades apropiadas a cada etapa para que apoyen su aprendizaje y desarrollo.
De hecho existen etapas críticas donde el consumo adecuado de determinados nutrientes puede mejorar la capacidad del niño para aprender, ya que ciertos nutrimentos apoyan en áreas específicas del crecimiento. Por ejemplo, el DHA es importante para el desarrollo mental; mientras que el calcio y la vitamina D apoyan el desarrollo físico.
Aunque es normal que el niño tenga menor apetito a medida que su ritmo de crecimiento se vuelve más lento, esto sucede después de cumplir un año de edad, los especialistas aconsejan brindarle una dieta basada en alimentos saludables. Asimismo, es de gran ayuda que el niño se involucre en su nutrición y se le haga partícipe en la responsabilidad de decidir qué y cuánto comer.
Un buen complemento en su dieta son las fórmulas de continuación de tercera etapa, ya que contienen ciertos nutrimentos clave para su desarrollo. Existen muchas fórmulas de continuación, platica con tu pediatra sobre la mejor alternativa para tu hijo y busca que contenga nutrientes que:
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- Apoyen su desarrollo mental:
-Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LCPUFA’S), como el ácido araquidónico (AA) y ácido docosahexaenóico (DHA). Son necesarios para el desarrollo óptimo cognitivo y visual durante los periodos críticos del crecimiento cerebral. Están reconocidos como grasas benéficas y son una parte importante de la dieta durante el periodo de rápido crecimiento cerebral y maduración de la retina
– Hierro. Es un mineral esencial que participa en muchos procesos dentro del cuerpo. Es importante para el desarrollo de estructuras cerebrales y para una función motora adecuada
– Colina. Es importante para el funcionamiento normal de las células y para la memoria
– Yodo. Es utilizado por la glándula tiroidea para la producción de hormonas tiroideas. Todas las acciones del yodo se atribuyen a las mismas. Las hormonas tiroideas desempeñan un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo del cerebro y del sistema nervioso central desde la semana 15 de gestación hasta los 3 años.
- Apoyen su desarrollo visual:
– Luteína. Es importante para la protección del ojo en contra de los daños oxidantes de la luz. El consumo insuficiente de luteína puede continuar durante y después de la transición a alimentos sólidos, ya que muchos niños no consumen los alimentos (en particular verduras) que son ricos en luteína
– Vitamina A. Esencial para una visión sana. La deficiencia de vitamina A tiene una amplia gama de manifestaciones oculares, incluyendo sequedad de la cornea/conjuntiva, pérdida visual y ceguera nocturna
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- Apoyen su desarrollo físico:
– Calcio. Es el mineral más común en el cuerpo humano. Participa en el crecimiento de los huesos, desarrollo de los dientes y contracción muscular. Desempeña una función importante en el mantenimiento de la rigidez y fuerza del esqueleto, y en la contracción muscular y coagulación
– Vitamina D. Es necesaria para la mineralización ósea, contracción muscular, conducción nerviosa y función celular general de muchas células del cuerpo. El cuerpo puede sintetizar vitamina D por medio de la exposición de la piel a la luz solar; sin embargo, las preocupaciones sobre el cáncer de piel, así como las prácticas culturales que limitan la exposición de los niños al sol, han disminuido la utilidad de la luz solar como fuente de vitamina D
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