Que no se quede sin leche

Para que puedas amamantar a tu bebé correctamente, lo primero que debes hacer es relajarte y olvidarte de todos los mitos que rodean la lactancia materna. Tu cuerpo está perfectamente planeado para poder alimentar a tu bebé, así que mejor sigue nuestros tips:

• Descansa cuanto puedas, sobretodo las primeras semanas después del parto
• El flujo de la leche se verá afectado si estás tensa, así que sigue haciendo ejercicios de respiración prenatal y procura tener un rato cada día para descansar. Puedes hacerlo al mismo tiempo que tu bebé duerme
• Acuéstate temprano siempre que puedas, pues estarás cansada después del parto y tu sueño se vera modificado por tu bebé
• ¡No te preocupes por las tareas domésticas! Si no tienes quien te ayude a recoger o limpiar, sólo haz lo más urgente
• Procura seguir una dieta equilibrada y rica en proteínas. Intenta no comer alimentos con hidratos de carbono refinados y procesados como pasteles, malteadas, galletas, dulces, chocolates
• Quizás puedes necesitar suplementos de hierro. Consulta a tu médico
• Bebe 3 litros de líquido diarios mientras amamantes
• La mayor parte de tu leche se produce por la mañana cuando estás descansada. Por eso es importante que estés lo más relajada posible durante el día para que por la noche puedas amamantarlo bien
• Si tu bebé no toma toda la leche que tienes en tus pechos, extrae el resto. Mira el tutorial aquí
• Pide ayuda y apoyo a todas las personas que sean positivas y optimistas. Habla con amigas que hayan tenido bebés y déjate aconsejar por ellas. También puedes pedir ayuda a una consultora de lactancia
• Si no puedes alimentar a tu bebé porque trabajas, guárdala en biberones pero ¡no dejes de hacerlo!